Entrevista:Trotamundos | Mariano López - Periodista | EL VIAJERO HABIRUAL

Un ataúd lleno de patatas

La gran travesía de Mariano López dura ya una docena de años. Un gran viaje que contiene otros más pequeños; López dirige desde 1996 la revista Viajar, que este mes cumple 30 años con un número muy especial.

¿Su mayor hazaña?


Recuerdo un viaje a Transilvania (Rumania) en 1997, año del centenario de la novela Drácula, de Bram Stoker. Era para escribir un reportaje siguiendo sus huellas.

¿Las encontraron?


Bueno, acabamos comprando un carruaje fúnebre... El viaje comenzó en Bistrita. Fuimos al restaurante Corona de Oro, allí desayuna el p...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La gran travesía de Mariano López dura ya una docena de años. Un gran viaje que contiene otros más pequeños; López dirige desde 1996 la revista Viajar, que este mes cumple 30 años con un número muy especial.

¿Su mayor hazaña?

Recuerdo un viaje a Transilvania (Rumania) en 1997, año del centenario de la novela Drácula, de Bram Stoker. Era para escribir un reportaje siguiendo sus huellas.

¿Las encontraron?

Bueno, acabamos comprando un carruaje fúnebre... El viaje comenzó en Bistrita. Fuimos al restaurante Corona de Oro, allí desayuna el personaje de la novela Jonathan Harker. Lo servían todo muy rojo aposta: vino tinto, carne medio cruda. Luego fuimos a Piatra Fantanele, donde domina el hotel-castillo de Drácula (Castillo de Bran).

¿Se duerme bien allí arriba?

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Lo más divertido es un teatro que hacen para huéspedes. Acaba con un tipo vestido de Drácula saliendo de la tumba. Una turista murió de un infarto por el susto y suspendieron la función unos años.

¿Y lo del carruaje?

Queríamos una foto con uno. En Piatra Fantanele nos lo consiguieron y una señora nos dejó el ataúd de su madre. Seguía viva, pero allí todo el mundo se lo hacía antes de morir, por si se quedaban sin dinero. ¡Lo tenían lleno de patatas! En Bistrita vimos otro carruaje más bonito. La idea era traerlo a España y venderlo a un club de fans de Drácula. Costó 30 euros. Y ahí seguirá, en algún garaje de Rumania.

Sobre la firma

Archivado En