Garzón procesa a la red de extorsión de ETA que operaba en el bar Faisán

El magistrado deja fuera del banquillo al ex dirigente del PNV Gorka Agirre

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretó ayer el procesamiento de 24 integrantes del aparato de extorsión de ETA, "liderado", según el juez, por el propietario del bar Faisán, de Irún (Guipúzcoa), Joseba Imanol Elosua Urbieta. Entre los imputados figuran seis ex directivos de la empresa Azkoyen por no haber denunciado que estaban siendo objeto de extorsión por ETA, pero el magistrado deja fuera del banquillo a Gorka Agirre, ex responsable de relaciones internacionales del PNV.

La red de cobro del impuesto revolucionario operaba a través de mecanismos...

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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretó ayer el procesamiento de 24 integrantes del aparato de extorsión de ETA, "liderado", según el juez, por el propietario del bar Faisán, de Irún (Guipúzcoa), Joseba Imanol Elosua Urbieta. Entre los imputados figuran seis ex directivos de la empresa Azkoyen por no haber denunciado que estaban siendo objeto de extorsión por ETA, pero el magistrado deja fuera del banquillo a Gorka Agirre, ex responsable de relaciones internacionales del PNV.

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La red de cobro del impuesto revolucionario operaba a través de mecanismos como el "secuestro exprés", directamente asumido por el aparato militar de ETA conocido como Otsagi. Un segundo mecanismo eran las "aportaciones voluntarias" de pequeños empresarios más o menos vinculados al mundo abertzale y finalmente, el impuesto revolucionario, coordinado o a través de la red de extorsión Gezi, que operaba en el bar Faisán a través de miembros legales (no fichados) y colaboradores que cobraban las cantidades exigidas y las entregaban a la banda.

El bar Faisán era el lugar en el que se realizaban los contactos para canalizar las remesas de cartas de extorsión. Según Garzón, Elosua recibía en su bar a los empresarios extorsionados y gestionaba el pago del impuesto a la banda terrorista. El magistrado deja fuera del banquillo a Agirre porque, a pesar de haber mantenido éste una amplia relación con Elosua y haber un "contenido aparentemente incriminatorio" en las conversaciones grabadas a ambos, las declaraciones a su favor de varios dirigentes del PNV han "desvirtuado" en gran medida su imputación.

Agirre fue imputado en la causa por el entonces sustituto de Garzón, Fernando Grande- Marlaska, que le impuso una fianza de 30.000 euros. Según el auto dictado ayer por Garzón, los encuentros entre Agirre y Elosua iban precedidos de "conversaciones crípticas o en clave que podrían inducir a pensar en su participación en los hechos". En su defensa declaró el ex presidente del PNV, Xavier Arzalluz, que defendió ante el juez que la relación de Agirre con Elosua tuvo como objetivo "obtener información de ETA durante la tregua". Agirre fue arropado también por la plana mayor del PNV, desde Josu Jon Imaz hasta Iñigo Urkullu.

En el auto destaca el procesamiento de los constructores José Javier Aspiroz y Juan María Saralegui, a los que Garzón imputa un delito de colaboración por entender que pagaron "voluntariamente" a ETA 54.000 euros en 2006.

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El juez procesa por integración en ETA a Elosua y a los miembros de su red, Jean Pierre Haracorene, Emilio Castillo, Alfonso Martínez Lizarduy, José Carmelo Luquín, Ignacio Aristizabal y Jesús Iruretagoiena.

Un policía custodia el bar Faisán, tras la operación contra la trama etarra, en junio de 2006.JAVIER HERNÁNDEZ

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