Máscaras y mestizaje

La larga gira europea de Sargento García llega a su fin, y lo hace recalando en Valencia, poco antes de emprender camino a América Latina. Allí actuarán en Bogotá, entre otras latitudes cercanas en las que no es de extrañar que su música sea acogida con los brazos abiertos. La explicación es tan sencilla como echar un vistazo a lo que también depara Máscaras, el cuarto álbum de su carrera: salsa, cumbia, reggae y hip hop servidos con desparpajo por una amplia banda con orígenes en Cuba, Guayana, Francia o España. Al frente, la figura del francés (de or...

La larga gira europea de Sargento García llega a su fin, y lo hace recalando en Valencia, poco antes de emprender camino a América Latina. Allí actuarán en Bogotá, entre otras latitudes cercanas en las que no es de extrañar que su música sea acogida con los brazos abiertos. La explicación es tan sencilla como echar un vistazo a lo que también depara Máscaras, el cuarto álbum de su carrera: salsa, cumbia, reggae y hip hop servidos con desparpajo por una amplia banda con orígenes en Cuba, Guayana, Francia o España. Al frente, la figura del francés (de origen hispano) Bruno García, santo y seña de una formación que ha decidido establecer en Valencia su centro de operaciones, grabando en su propio estudio sin cerrar la puerta a la producción de nuevos artistas. Hay quien dice de ellos que incluso se anticiparon a la eclosión del reggaeton, y que en los surcos de sus discos puede olfatearse el espíritu de los mejores trabajos del mítico sello Fania, que alumbró gran parte de la mejor música latina desde los años sesenta. Algo tendrá su agua cuando la bendicen.