"No demos la imagen de que la Xunta es una jaula de grillos"

Es frecuente que los partidos de la coalición que gobierna en la Xunta empleen las intervenciones abiertas a los medios para cruzarse reproches, más o menos indirectos. El portavoz nacional del Bloque y próximo candidato a las autonómicas, Anxo Quintana, trufó ayer sus discursos con veladas críticas a los socios de Gobierno. A puerta cerrada, esos ligeros reparos a menudo se convierten en ataques indisimulados contra el adversario político.

Lo hizo el secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, en el plenario del congreso socialista en julio, cuando acusó al BNG de utilizar prác...

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Es frecuente que los partidos de la coalición que gobierna en la Xunta empleen las intervenciones abiertas a los medios para cruzarse reproches, más o menos indirectos. El portavoz nacional del Bloque y próximo candidato a las autonómicas, Anxo Quintana, trufó ayer sus discursos con veladas críticas a los socios de Gobierno. A puerta cerrada, esos ligeros reparos a menudo se convierten en ataques indisimulados contra el adversario político.

Lo hizo el secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, en el plenario del congreso socialista en julio, cuando acusó al BNG de utilizar prácticas clientelares desde San Caetano. Y lo repitió ayer el coordinador de la Ejecutiva del Bloque, Francisco Jorquera, ante los suyos, cuando admitió que "desde que se empezó a negociar al pacto [con el PSdeG] el nacionalismo optó por separar de manera muy clara sus áreas de Gobierno" de las que gestionan los socialistas. Jorquera cargó ayer contra las políticas de algunos departamentos del PSdeG, pero insistió en pedir a los suyos que "en época preelectoral" no se traslade a la opinión pública "la imagen de que el bipartito es una jaula de grillos". Fue el epílogo del informe de gestión que la dirección del Bloque sometió a la votación de las bases.

Ya con micrófonos y cámaras en la sala, el número dos del BNG, coherente con su recomendación, apenas se explayó con los socialistas gallegos, a los que llamó "fuerza de obediencia estatal". Sí dijo del Gobierno de Madrid que "sus recetas contra la mala situación económica son conocidas: el abaratamiento del despido, que reclama el Banco de España".

Castelao y Kennedy

Con todo, el mensaje más contundente de la intervención pública de Jorquera tenía como destinatarios a los sectores críticos del propio BNG que no estaban en la sala. Se valió de una doble cita. Primero emuló al 35º presidente americano, John Fitgerald Kennedy, para recomendar a los disidentes que no se pregunten qué puede hacer el BNG por ellos, sino al revés.

Y luego recuperó a Castelao y demandó que "no se le pongan chatas a la obra antes de que esté concluida". Fue una manera de pedir más tiempo para valorar la gestión de la dirección nacionalista. Jorquera remató la cita del intelectual galleguista y advirtió que "en la obra [del BNG] hay sitio para todos".

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