Crítica:

Un 'martini' en negro

Es posible que hoy no podamos contemplar una ilustración de Norman Rockwell sin sospechar que debajo se oculta un cuadro de Edward Hopper: en tiempos descreídos y antiépicos, uno intuye que la visión más o menos utópica de la América de Rockwell era el camuflaje de un mosaico de soledades, desconexiones y secretos subterráneos. Adaptación de una novela de John Bingham -que fue espía además de escritor, y se convirtió en el modelo del George Smiley de John LeCarré-, El juego del matrimonio funciona como la maliciosa radiografía de un circunspecto retrato matrimonial: Ira Sachs desvela, b...

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Es posible que hoy no podamos contemplar una ilustración de Norman Rockwell sin sospechar que debajo se oculta un cuadro de Edward Hopper: en tiempos descreídos y antiépicos, uno intuye que la visión más o menos utópica de la América de Rockwell era el camuflaje de un mosaico de soledades, desconexiones y secretos subterráneos. Adaptación de una novela de John Bingham -que fue espía además de escritor, y se convirtió en el modelo del George Smiley de John LeCarré-, El juego del matrimonio funciona como la maliciosa radiografía de un circunspecto retrato matrimonial: Ira Sachs desvela, bajo el espejismo de felicidad, los subyacentes entramados adúlteros, incluso las subterráneas pulsiones criminales.

EL JUEGO DEL MATRIMONIO

Dirección: Ira Sachs.

Intérpretes: Chris Cooper, Pierce Brosnan, Patricia Clarkson, Rachel McAdams.

Género: drama. EE UU-Canadá, 2007.

Duración: 90 minutos.

El juego del matrimonio podría ser un melodrama en potencia que sueña con convertirse en film noir para amanecer abrazando la mentira útil -y, probablemente, civilizada- de no convertirse en ninguna de las dos cosas. Ira Sachs -que se reveló con The delta (1996) y confirmó su talento para el drama indie con Forty shades of blue- parece estar tanteando en El juego del matrimonio los registros del mainstream: el resultado contiene interpretaciones de excepción -en especial, las de Chris Cooper y Patricia Clarkson como matrimonio con demasiados esqueletos en el armario-, pero se acerca demasiado a lo telefílmico, a cierto modelo contemporáneo de televisión de calidad que aún tiene que comer unas cuantas sopas para ser buen cine.

Harry (Chris Cooper) decide que debe asesinar a su mujer Pat (Patricia Clarkson) con la que lleva décadas casado. Piensa que la ama demasiado como para permitir que sufra cuando él la abandone, ya que se ha enamorado de la joven viuda Kay (Rachel McAdams)Vídeo: VERSUS
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