La guerra submarina de Cal

El doble medallista de Cangas y la Consellería de Cultura y Deporte mantienen su pulso económico y político tras la tensión vivida en Pekín

Como es habitual ver a David Cal "con cara de nada", como le gusta definirla a su entrenador, Suso Morlán, nadie concedió importancia a su serio semblante en la recepción de la Xunta a los olímpicos de Pekín. Al fin y al cabo, se había marcado el objetivo de convertirse, con dos oros, en el mejor atleta español de todos los tiempos. Se exhibió en las series, pero en las finales vio el dorsal al ruso Opalev y al húngaro Vajda. Dos platas: una proeza para cualquier otro, una pequeña decepción para Cal. Pero detrás de la gravedad del gesto aquel día en Santiago había algo más, un poso de desdén. ...

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Como es habitual ver a David Cal "con cara de nada", como le gusta definirla a su entrenador, Suso Morlán, nadie concedió importancia a su serio semblante en la recepción de la Xunta a los olímpicos de Pekín. Al fin y al cabo, se había marcado el objetivo de convertirse, con dos oros, en el mejor atleta español de todos los tiempos. Se exhibió en las series, pero en las finales vio el dorsal al ruso Opalev y al húngaro Vajda. Dos platas: una proeza para cualquier otro, una pequeña decepción para Cal. Pero detrás de la gravedad del gesto aquel día en Santiago había algo más, un poso de desdén. Como se desveló después en el Parlamento, por sus venas corría la indignación con la Consellería de Cultura y Deporte, de la nacionalista Ánxela Bugallo, por un conflicto económico y político tan antiguo como mal disimulado. La seriedad del campeón era también el desenlace de una angustiosa estancia en Pekín.

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Bugallo acusa a Rafael Louzán de manipular políticamente a Cal

"En los Juegos Olímpicos hubo más que tensión en torno a David Cal", concede el presidente de la Federación Gallega de Piragüismo, Modesto Teijeira, presente en Pekín. Alrededor de las pistas donde se celebraban las pruebas y del hotel del deportista rondaban dos grupos. De un lado, la directora general para el Deporte, Marta Souto, del BNG. Del otro, Rafael Louzán, del PP, y su séquito de la Diputación de Pontevedra, principal patrocinador de David Cal a través del patronato Turismo Rías Baixas, con 360.000 euros. Dos sectores de espaldas el uno al otro, hasta que la presión saltó por los aires cuando el responsable de Deportes de la Diputación, el ex alcalde de Cangas Enrique Sotelo, se enfrentó verbalmente con la familia del campeón olímpico Antón Paz. Antes de que la irritación cesara, la emprendió con el propio Teijeira, al que recriminó que acompañara a Marta Souto durante las pruebas. Louzán se vio obligado a pedir disculpas en su nombre.

El trasfondo del conflicto es la queja de David Cal por el trato que le dispensa la Xunta, al que Cultura replica con el argumento de que es el deportista gallego que más ayudas recibe. Pero admite la deuda. Según datos de la consellería, el de Cangas tiene concedidos 106.640 euros en ayudas entre 2005 y 2008, de los que están abonados 44.000. Tiene también un contrato de patrocinio con la Fundación Deporte Galego por 62.640 euros que vence el 31 de diciembre. Así lo explicó Ánxela Bugallo en el Parlamento el pasado 10 de septiembre, en respuesta a una pregunta del diputado del PP Ignacio López-Chaves. Cal replicó con un comunicado en el que le ofreció su número de cuenta para que le ingrese los 106.000 euros y se despedía con una frase muy del gusto de López-Chaves: "Los mojitos corren de mi parte".

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"Ahí se retrató, porque se metió de lleno en política", opina el presidente de la federación gallega, otrora firme defensor de las reivindicaciones del deportista. Se trata de una referencia a las facturas de una recepción que pasó la conselleira de Cultura cuando acudió a la Feria del Libro de La Habana, auténtica obsesión política del diputado López-Chaves. El departamento de Bugallo le contestó con otro comunicado: "La Consellería de Cultura quiere dejar claro que esta polémica no tiene nada que ver con la política deportiva, y se explica por el hecho de que el patrocinador principal de David Cal sea la diputación de Pontevedra, gobernada por el Partido Popular". Marta Souto y Suso Morlán han declinado hacer comentarios sobre el enfrentamiento.

El conflicto saltó de los reducidos círculos del piragüismo a la esfera de la política en diciembre del año pasado, cuando el palista no presentó los papeles de la renovación y dejó de ser considerado por la consellería deportista de alto nivel. A partir de ese momento, emergió la figura del entrenador, Suso Morlán, controvertido personaje al que sus detractores atribuyen cada uno de los pasos de su pupilo, no sólo deportivos. "Su lema es pasta, pasta y pasta", denuncia el director del Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) de Pontevedra, Telmo Silva, protagonista de un largo pulso con Morlán.

"Morlán ha alimentado el bulo del maltrato a David Cal, cuando aquí siempre lo hemos tratado como el campeón que es. Pero empezaron las quejas: que si tenía que hacer cola en el comedor, que si no podía cenar cuando quisiera, que si la sala de fisioterapia... Todo falso", rechaza Silva. Para ilustrar la personalidad del entrenador, el director del CGTD muestra las notas que le dejaba en el libro de registro por el uso de los mandos a distancia del centro pontevedrés. Enigmáticos mensajes como "Sigo siendo el rey", "Corazón espinado" o "Malditos roedores", con los que Morlán ponía un punto de sorna al enfrentamiento con Silva sobre papel oficial.

El círculo de la política se cierra en Madrid, en la Federación Española que preside Santiago Sanmamed, miembro de la junta del PP de Pontevedra, amigo personal de Rajoy, Louzán y Telmo Martín. Sanmamed ofreció un cargo a Morlán, primero como seleccionador femenino, del que fue apartado tras una brusca caída en el escalafón mundial en sólo dos años, y entre acusaciones de acoso de varias deportistas. "A mí me decía que no valía para nada, me humillaba en público; me hizo la vida imposible", recuerda la andaluza Beatriz Manchón, elegida mejor piragüista española en 2006. Su entrenador acabó de baja por depresión. Ahora, Morlán permanece como director técnico federativo de canoa.

Otro de los vértices de su enfrentamiento con la Xunta lo marca la decisión del entrenador de alejar a Cal de Galicia y trasladarlo a Asturias en julio de 2007, para preparar el Europeo y el Mundial. Según la consellería, se trata de una decisión relacionada con el programa habitual de entrenamientos; según Morlán, la hostilidad del Centro de Tecnificación le obligó a ello. "Cal realiza preparación específica en Trasona (Asturias) desde 2003, y él mismo reconoció en mayo de 2007 en TVG que no entendía el revuelo, porque sólo iba a hacer lo que venía haciendo desde siempre", se defiende el director del CGTD.

Desde el PP no se niega que la figura de David Cal sufre el desgaste de la política, circunstancia de la que culpa a la conselleira de Cultura y Educación. "Es que esa señora es de un partido que, como no comulgues con sus ideas, te aísla", denuncia Enrique Sotelo. El vocal de Deportes de la Diputación de Pontevedra acusa a Ánxela Bugallo de "mentir en el Parlamento", con las cifras que asegura haber ofrecido la Xunta a David Cal. ¿Cuál es la información errónea? "Yo no sé lo que ha cobrado Cal, pero firmó un convenio y parece ser que le deben unos atrasos", responde. "Y que no le consideren atleta gallego de alto nivel por no presentar unos papeles... Eso sí que tiene gracia".

Sostiene Enrique Sotelo que el principal objetivo de los 360.000 euros del patrocinio a Cal es aislar al palista de problemas y que sólo se dedique a la canoa. Lo del aislamiento se cumplió a rajatabla, al menos en Pekín. "Cal prefería sentarse a comer solo en una mesa usada por el equipo italiano que compartirla con sus compañeros españoles", acusa Beatriz Manchón. Los conflictos quedaron para los demás, como el que mantuvo el propio Sotelo con el padre de Antón Paz. Así lo recuerda su padre, Álvaro: "Quisimos saludar a David Cal, pero como la que nos presentaba era Marta Souto, nos esquivó". A partir de ahí, barullo y los gritos de Sotelo a Álvaro Paz y, a continuación, al presidente de la federación gallega. Gritos que el ex alcalde de Cangas niega: "¿Problemas? Todo lo contrario. ¡Si yo tengo una gran relación con los padres de Antón Paz!"

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