Cosas de sabios
- De la ignorancia. Decía el abogado harvardiano Derek Bok: "Si piensas que la educación es cara, probemos con la ignorancia". En los pasillos de Palau cuentan que Ernest Margall, consejero de Educación, le espetó a frase, al de Economía, Antoni Castells. Maragall ha sido definido a veces como un "déspota ilustrado". No es insulto en tiempo de políticos iletrados.
- Asesoría. Sixte Moral (PSC) fue alcalde de Vilanova i la Geltrú. Perdió la alcaldía y en vez de ir al paro se convirtió en asesor del Departamento de Política Territorial. Este verano, dimitieron dos diputados y, al correr l...
- De la ignorancia. Decía el abogado harvardiano Derek Bok: "Si piensas que la educación es cara, probemos con la ignorancia". En los pasillos de Palau cuentan que Ernest Margall, consejero de Educación, le espetó a frase, al de Economía, Antoni Castells. Maragall ha sido definido a veces como un "déspota ilustrado". No es insulto en tiempo de políticos iletrados.
- Asesoría. Sixte Moral (PSC) fue alcalde de Vilanova i la Geltrú. Perdió la alcaldía y en vez de ir al paro se convirtió en asesor del Departamento de Política Territorial. Este verano, dimitieron dos diputados y, al correr la lista, Moral logró un puesto en el Congreso. Cesó como asesor. Su puesto no ha sido cubierto, pese a la calidad de los consejos que proporcionaba a Joaquim Nadal. A veces, algunos partidos parecen oficinas de empleo.
- El criticón. Joan Puig, ex diputado en el Congreso y hoy simple concejal de ERC en Blanes, se consuela denostando a media humanidad. Entre tanta negación se le cuelan propuestas. En una de sus diatribas señaló qué territorios inspiran su proyecto de Cataluña: Samoa Americana, Aruba y Bermudas. Grandes potencias, como es sabido.
- Todos contra el ruido. Imma Mayol, concejal de ICV en Barcelona, acaba de descubrir que Barcelona es una ciudad muy, pero que muy ruidosa. Cualquiera en su lugar se aprestaría a combatir a los ruidosos. Ella no, en vez de hacer que se cumplan las normas actuales ha optado por proponer otras nuevas que tampoco haya que cumplir. Eso sí, en los foros internacionales puede presumir de la avanzada legislación barcelonesa. De lo que no presume es del ruido. Y podría: en Barcelona hay casi tanto como en El Cairo.