Tribuna:

Las novedades del nuevo curso

La situación económica actual no es excusa para descuidar nuestras decisiones de ahorro, tanto en lo que se refiere a su cuantía como a los distintos instrumentos en que puede materializarse. Como ya ocurrió en 1993, la última crisis importante de la economía y las empresas españolas, una propensión al ahorro más elevada puede ser una respuesta racional a la mayor incertidumbre derivada de una coyuntura económica difícil. No se trata sólo de ahorrar por ahorrar, sino también de colocar dicho ahorro en los instrumentos más acordes con nuestras expectativas y perfil de riesgo.

El curso in...

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La situación económica actual no es excusa para descuidar nuestras decisiones de ahorro, tanto en lo que se refiere a su cuantía como a los distintos instrumentos en que puede materializarse. Como ya ocurrió en 1993, la última crisis importante de la economía y las empresas españolas, una propensión al ahorro más elevada puede ser una respuesta racional a la mayor incertidumbre derivada de una coyuntura económica difícil. No se trata sólo de ahorrar por ahorrar, sino también de colocar dicho ahorro en los instrumentos más acordes con nuestras expectativas y perfil de riesgo.

El curso inversor se abre con un recrudecimiento de la guerra por captar dinero nuevo entre las diferentes entidades financieras, por lo que han surgido nuevas ofertas de depósitos a corto plazo con atractivos tipos de interés. Ésta parece la única alternativa interesante para inversores con mayor aversión al riesgo, ya que la actual situación de los mercados financieros complica el resto de opciones de inversión.

La guerra bancaria por captar dinero nuevo ha generado atractivas ofertas de depósitos a corto plazo

Por un lado, los mercados de acciones registran en los últimos tiempos una fuerte volatilidad, que previsiblemente se mantendrá en los próximos meses, difícil de soportar por los ahorradores más conservadores y con un horizonte de inversión a corto o medio plazo. Otra posibilidad, los fondos de inversión, no presenta mejores expectativas, ya que aquellos con mayor exposición a los mercados de renta variable registran rentabilidades negativas, mientras que las categorías más conservadoras, como los fondos monetarios o de renta fija, no alcanzan rentabilidades cercanas a los niveles de inflación actuales. Otra opción de inversión para obtener rentabilidades atractivas son los productos estructurados con el capital invertido garantizado, pero al ser más complejos sólo son recomendables cuando se comprende su funcionamiento y se adaptan a nuestro perfil inversor. Por último, los productos de ahorro a largo plazo, seguros y planes de pensiones, tampoco nos ofrecen rentabilidades muy atractivas.

En todo caso, buena parte de los ahorros de los hogares se encuentra colocada en cuentas a la vista sin remunerar, lo que aconseja informarse sobre las ofertas disponibles en las entidades financieras, siempre fijándose en las condiciones de las mismas, como las comisiones, liquidez o plazos.

Fernando Azpeitia y Francisco J. Valero son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas. Grupo Afi.

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