Nuevas tecnologías contra el aislamiento de los cuidadores

Un programa piloto los conecta a través del televisor

Josefa Muñoz tiene 66 años y dedica su vida, desde hace 35, a cuidar a su hija afectada por una parálisis cerebral. Su perfil responde al de la gran mayoría de cuidadoras no profesionales, mujeres de más de 45 años que se dedican en exclusiva a la atención de un familiar cercano.

Según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra, la Fundación Estudios de Economía Aplicada y la Fundación AstraZeneca, el 93% de los cuidadores informales de personas con gran dependencia tienen una baja calidad de vida. La exclusiva dedicación al enfermo es la base de esta situación, ello hace que el cuidador...

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Josefa Muñoz tiene 66 años y dedica su vida, desde hace 35, a cuidar a su hija afectada por una parálisis cerebral. Su perfil responde al de la gran mayoría de cuidadoras no profesionales, mujeres de más de 45 años que se dedican en exclusiva a la atención de un familiar cercano.

Según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra, la Fundación Estudios de Economía Aplicada y la Fundación AstraZeneca, el 93% de los cuidadores informales de personas con gran dependencia tienen una baja calidad de vida. La exclusiva dedicación al enfermo es la base de esta situación, ello hace que el cuidador o cuidadora no disponga de tiempo personal, padezca agotamiento físico y psicológico y que, en la mayoría de las ocasiones, acabe incluso perdiendo toda relación social con su entorno.

El programa Cornellà Cuida, puesto en marcha a mediados de 2007 como una red de ayuda a los cuidadores de grandes dependientes, puso en evidencia que la dedicación de estas personas es tan absorbente que, a pesar de asegurar que los encuentros del programa les servían de gran ayuda, sus ocupaciones con los enfermos eran tales que ni siquiera podían asistir a las reuniones. Josefa ha sido una de las participantes en las sesiones y asegura que "conocer cómo lo viven otras personas te reconforta y te ayuda a seguir". Ahora participará también en un proyecto nacido para que los cuidadores dispongan de esa ayuda mutua sin necesidad de salir de casa: el programa Cuidadores en Red.

La Fundación i2cat es la impulsora de esta prueba piloto que facilitará la relación de los cuidadores con otras personas en su misma situación o asistentes sociales a través de las videoconferencias; para ello sólo necesitarán un televisor y cobertura 3G o ADSL. Técnicos de la fundación han empezado la instalación de estos dispositivos en los hogares de una docena de personas que a partir de septiembre podrán, diariamente, abrir una ventana al mundo exterior con sólo encender su televisor.

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