A PIE DE PISTA | PEKÍN 2008 | Baloncesto

Intensidad y fuerza mental

La evidente diferencia de talento existente entre España y Croacia no es suficiente, en mi opinión, para justificar la claridad con la que la selección se ha deshecho de su rival y se ha clasificado para la semifinal.

En primer lugar, los inicios de los cuartos impares (saliendo del vestuario) esta vez han hablado de un equipo muy centrado y con dos principios bien claros en la mente: empezar a defender desde el salto inicial, y no con acciones mas aparentes que sustanciosas, del tipo "robo una pelota y recibo dos bandejas", sino con concentración y dureza en los siete u ocho metros dec...

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La evidente diferencia de talento existente entre España y Croacia no es suficiente, en mi opinión, para justificar la claridad con la que la selección se ha deshecho de su rival y se ha clasificado para la semifinal.

En primer lugar, los inicios de los cuartos impares (saliendo del vestuario) esta vez han hablado de un equipo muy centrado y con dos principios bien claros en la mente: empezar a defender desde el salto inicial, y no con acciones mas aparentes que sustanciosas, del tipo "robo una pelota y recibo dos bandejas", sino con concentración y dureza en los siete u ocho metros decisivos, llegando en muchas ocasiones Croacia a los últimos segundos de posesión sin haber decidido todavía cómo atacar. España ha defendido esforzándose, ayudándose y reboteando.

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En ataque, pocas iniciativas descontroladas desde el perímetro, más bien optando por dar el balón a Pau Gasol y los tiros exteriores bien elegidos tras haber desequilibrado antes a la defensa rival. Pau ha celebrado a lo grande su partido número 100 con España, dominando en ataque e intimidando en defensa, mientras que el equipo le ayudaba bien en sus posibles dificultades en el poste bajo contra Prkacin, doblando el marcaje y rotando con puntualidad.

Precisamente, la seriedad de su juego, con pocas concesiones a la frivolidad y más sentido del equipo, puede constituir para España un punto de inflexión que le encamine hacia los grandes desafíos del fin de semana. Evidentemente, los rivales, empezando por la talentosa Lituania, no darán las mismas facilidades que una selección croata casi inofensiva en su juego interior, y poco consistente también en una línea exterior demasiado condicionada por la baja de Popovic. Sin embargo, cada equipo juega como le dejan jugar, y la España de hoy ha actuado con la intensidad y la presencia mental de un gran equipo. Ese ha sido el principal mérito de un conjunto armónico.

Si la contribución (ofensiva y defensiva) de los cuatros, Garbajosa y Reyes, sigue la progresión de los últimos partidos, y si los balones perdidos se mantienen por debajo del nivel de alarma, la selección española podrá tener su segunda oportunidad contra Estados Unidos el domingo, con muchas más opciones que las del primer partido.

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