Reportaje:DETRÁS DE LA MURALLA | PEKÍN 2008 | Juegos de la XXIX Olimpiada

"¿Qué modelo quiere?"

Pekín elimina los artículos falsificados de los mercados, pero los vendedores encuentran alternativas

- Hola, ¿tiene bolsos Gucci?, pregunta el visitante.

- No, sólo tenemos lo que ve, contesta la dependienta un poco seca, bajo un cartel de la marca Gochi.

La misma pregunta en el segundo puesto, y la misma respuesta. Los locales del mercado Yashow, meca de la piratería junto al de la Seda en Pekín, han sido vaciados de artículos falsificados. La campaña lanzada por el Gobierno chino para erradicar su presencia y evitar situaciones embarazosas durante los Juegos Olímpicos parece haber dado resultado.

¿Significa que no hay carteras Louis Vuitton o relojes Rolex falso...

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- Hola, ¿tiene bolsos Gucci?, pregunta el visitante.

- No, sólo tenemos lo que ve, contesta la dependienta un poco seca, bajo un cartel de la marca Gochi.

La misma pregunta en el segundo puesto, y la misma respuesta. Los locales del mercado Yashow, meca de la piratería junto al de la Seda en Pekín, han sido vaciados de artículos falsificados. La campaña lanzada por el Gobierno chino para erradicar su presencia y evitar situaciones embarazosas durante los Juegos Olímpicos parece haber dado resultado.

¿Significa que no hay carteras Louis Vuitton o relojes Rolex falsos en los mercados de la capital, conocidos mundialmente por las imitaciones? Bueno, no exactamente; significa que no están a la vista. Ayer, bastó con preguntar en una tercera tienda.

"La policía viene a inspeccionar. Por eso los escondemos", dice una dependienta
La piratería es un gran punto de fricción entre China y sus socios comerciales

-¿Tiene bolsos Gucci?

-Sí, claro, ¿qué modelo quiere?, responde solícita la joven vendedora.

-Uno no muy grande.

La chica saca una llave de un escondrijo, se agacha, abre la puerta de un mueble bajo y extrae varios catálogos.

-Eche un vistazo, elija, y voy a buscarlo, dice sin disimular ni siquiera cuando pasa a su lado un hombre con un brazalete rojo en el que pone Voluntario de seguridad pública.

El catálogo, perfectamente encuadernado, muestra decenas de modelos Gucci. En otro, están las colecciones de Louis Vuitton y Prada. Tras indicarle uno de los bolsos, la chica desaparece por un pasillo. A los cinco minutos, regresa con varios artículos, ocultos dentro de un envoltorio de plástico con el logotipo Gochi. Lo abre y saca varios bolsos Gucci.

"No hay mucho negocio, a causa de los Juegos. La policía viene de vez en cuando a inspeccionar. Por eso los tenemos escondidos. Además, hay pocos turistas", afirma la joven.

Lo mismo que dice una chica en otra planta, mientras enseña un Rolex por 50 euros "negociables", que ha sacado de un cajón.

La infracción de los derechos de propiedad intelectual es uno de los continuos puntos de fricción de China con sus socios comerciales desde que entró en la Organización Mundial de Comercio (OMC), en 2001. Occidente acusa a Pekín de no hacer lo suficiente para poner fin a la piratería y las multinacionales extranjeras denuncian pérdidas de negocio de miles de millones de euros al año. Estados Unidos llevó a China ante la OMC en abril por este problema.

Las autoridades de Pekín lanzan periódicamente campañas, que son convenientemente publicitadas en los medios de comunicación, para intentar atajar la práctica. Pero la solución es compleja, ya que la industria da trabajo a miles de fábricas, talleres y tiendas en todo el país.

Las estanterías de los principales comercios del barrio de Sanlitun, en Pekín, sede de muchas embajadas, están normalmente bien surtidas de ropa de marca, relojes y DVD falsos, pero desde hace unas semanas han desaparecido de la vista.

"Desde junio, la policía no nos deja vender películas extranjeras. El negocio va muy mal", asegura la empleada de una tienda de DVD, conocida por tener los últimos éxitos a los pocos días de llegar a las pantallas en Estados Unidos o Europa. En las repisas habitualmente ocupadas por títulos de Hollywood, sólo había ayer películas chinas. A la presión policial se han sumado las dificultades de suministro, debido a las restricciones a la entrada de camiones en Pekín durante los Juegos.

En otro comercio cercano, la situación es parecida. Pero la cajera, dispuesta a mantener el negocio en estos tiempos de vacas flacas, ofrece una solución: "Escriba una lista con las películas que quiere, y vuelva en un par de días". En barrios menos turísticos, los DVD piratas siguen a la venta abiertamente. "Aquí no hay problema. Pero no tenemos las últimas películas. No las recibiremos hasta que acaben los Juegos", afirma una dependienta en una tienda cercana a la calle Chaoyangmennei.

¿Regresará Pekín a la normalidad tras la vorágine olímpica? El mes pasado, Wang Qishan, representante chino en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, anunció nuevas medidas para luchar contra la piratería, como incrementar las multas a los infractores e incentivar la innovación. Pero los dependientes de Yashow y las tiendas de DVD están convencidos de que las aguas volverán a su cauce. "Vuelva en septiembre", coinciden.

Interior de una tienda de deportes en Pekín.BLOOMBERG

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