La nueva alcaldesa de Dénia paraliza los proyectos del equipo anterior

Diez días han bastado para cambiar radicalmente la gestión de Dénia. El nuevo gobierno local del PP, un edil tránsfuga del PSPV y otros tres partidos, nacido de la polémica moción de censura del pasado 7 de julio, ha necesitado menos de dos semanas para dinamitar la herencia del anterior ejecutivo de socialistas y nacionalistas, paralizar proyectos emblemáticos y desmantelar el equipo de Urbanismo.

Un ejemplo muy gráfico muestra el rápido cambio. El pasado martes, el ex gerente de Urbanismo Juan Frasés, hasta el voto de censura uno de los hombres más poderosos de la ciudad, intentó entr...

Diez días han bastado para cambiar radicalmente la gestión de Dénia. El nuevo gobierno local del PP, un edil tránsfuga del PSPV y otros tres partidos, nacido de la polémica moción de censura del pasado 7 de julio, ha necesitado menos de dos semanas para dinamitar la herencia del anterior ejecutivo de socialistas y nacionalistas, paralizar proyectos emblemáticos y desmantelar el equipo de Urbanismo.

Kringe ha destituido a todos los técnicos que han dirigido Urbanismo

Un ejemplo muy gráfico muestra el rápido cambio. El pasado martes, el ex gerente de Urbanismo Juan Frasés, hasta el voto de censura uno de los hombres más poderosos de la ciudad, intentó entrar en su antiguo despacho para recoger efectos personales. No pudo. El nuevo gobierno había cambiado las cerraduras y aunque Frasés incluso llamó a la Policía Local, tuvo que marcharse sin cumplir su propósito. Además, el portavoz del PP, Vicent Chelet, le acusó de haber guardado gran parte de la documentación de Urbanismo en una memoria externa a la que ahora nadie puede acceder.

El ejecutivo de la alcaldesa del PP, Ana Kringe, ha destituido de forma fulminante a todos los técnicos que en los cinco años de mandato de la ex alcaldesa socialista Paqui Viciano habían dirigido los destinos urbanísticos de la ciudad. El hasta ahora abogado de la gerencia, Fernando Vizcaíno, ha sido sustituido por Juan Carlos Pérez Nadal, que ya llevó este tipo de asuntos en los otros periodos en los que el PP gobernó. Y también han sido relevados los directores de obras de hasta seis de los proyectos más importantes del PSPV y BNV.

Algunas de esas obras han sido paralizadas. En su primera junta de gobierno, Kringe y sus socios se negaron a certificar obras como la simbólica peatonalización de la plaza de Mariana Pineda, en el barrio portuario, la remodelación del mercado municipal o el trinquet, al considerar que arrastran deficiencias y que fueron adjudicadas por el equipo de Viciano a "empresas amigas" con supuestas irregularidades que estudia la comisión anticorrupción, presidida por el edil tránsfuga Juan Collado. Kringe también negocia con la Consejería de Territorio una auditoría urbanística.

Esta revolución no se circunscribe sólo al urbanismo. En estos frenéticos diez días, el pentapartito que gobierna Dénia también ha criticado la gestión de las fiestas de Viciano, que a su juicio está repleta de negligencias e incluso de responsabilidades de índole penal, ya que los socialistas ni siquiera habrían pedido permiso para celebrar ciertos festejos taurinos; o la de educación, donde el nuevo edil Juan Sancho se queja de que hay partidas en las que apenas quedan cuatro euros.

El tono bronco que está utilizando el equipo de Kringe recibe respuesta de sus antecesores. De hecho, el pasado viernes, una plataforma ciudadana presentó casi 2.000 firmas denunciando su repulsa por la moción de censura apoyada por un tránsfuga y criticando las "tropelías" cometidas por el nuevo gobierno. Entre otras acciones, esta plataforma criticó la decisión del PP y de sus aliados de perdonarle más de un millón de euros a la empresa que construye el nuevo hospital de gestión privada, la posible reactivación del plan para construir 20.000 nuevas viviendas en la costa de Les Marines, el "sueldo ilegal" del edil tránsfuga o la "caza de brujas" en el Ayuntamiento.