Reportaje:

"Si se cae un cristal es como una guillotina"

Un pasaje de Valencia sufre 49 años de abandono

Es como un túnel en pleno corazón de Valencia. Los cristales opacos impiden que entre el sol. Si se ha de pasar por ahí mejor no mirar el techo, ni al suelo. Si uno se fija encontrará un reguero de excrementos de palomas, cartones de indigentes y cristales coloreados con las sombras de aves muertas. Es el pasaje del Doctor Serra, en el centro de la ciudad.

Bajo su techo de cristal discurre a diario un goteo incesante de transeúntes. Ingenuos. Aunque no lo sepan desde 2001 sus cabezas corren peligro. Hace 7 años la asociación de vecinos de la zona denunció los primeros desprendimientos. ...

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Es como un túnel en pleno corazón de Valencia. Los cristales opacos impiden que entre el sol. Si se ha de pasar por ahí mejor no mirar el techo, ni al suelo. Si uno se fija encontrará un reguero de excrementos de palomas, cartones de indigentes y cristales coloreados con las sombras de aves muertas. Es el pasaje del Doctor Serra, en el centro de la ciudad.

Bajo su techo de cristal discurre a diario un goteo incesante de transeúntes. Ingenuos. Aunque no lo sepan desde 2001 sus cabezas corren peligro. Hace 7 años la asociación de vecinos de la zona denunció los primeros desprendimientos. Caía escayola del techo. En 2004 hubo más pero no se hizo nada. Ahora la Diputación de Valencia, propietaria del pasaje, ha enviado a dos operarios para "sanearlo". Según los vecinos se trata de "parches", ya que solo se están tapando con yeso los huecos por donde entraban al tejado las palomas. "Si se cae un cristal es como una guillotina", afirma un comerciante.

"Esto es un foco de infecciones y nadie mueve un dedo", afirma una vecina

"Los vidrios siguen sucios", denuncia Amelia Arosa, vecina de la zona. "Con la escayola han emparedado a los polluelos de los nidos que hay dentro del tejado. Se van a pudrir dentro. Esto es un foco de infecciones y nadie mueve un dedo". Hace 4 días se abrió una puerta de salida para las palomas pero nadie responde por los nidos que hay dentro.

Los vecinos critican que desde la construcción del pasaje en 1959, hace 49 años, nadie se ha encargado de limpiar el techo. Pero más allá de la limpieza, es la inseguridad lo que les preocupa. Muchos comerciantes cierran sus negocios antes de hora para evitar problemas. A algunos les han robado varias veces. Y hay quien antes de irse hecha agua al suelo para evitar que los indigentes se acuesten a pasar la noche al abrigo del pasaje y usen los escaparates de letrina. "Mi marido no me deja que limpie mucho la entrada porque luego la gente se pone a dormir delante", se queja una comerciante.

Son más de 500 las personas afectadas, entre vecinos y tenderos. Piden que se tire el techo, pero la Diputación no mueve ficha. El coste de la obra es de 300.000 euros. Demasiado para una institución que intentó hace un par de años ceder la titularidad del pasaje al Ayuntamiento.

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Los vecinos anuncian movilizaciones. En septiembre los edificios próximos a la plaza de toros de Valencia lucirán pancartas con el eslogan "Póngase el casco, peligro de desprendimiento". "Tenemos que hacer algo", comenta un comerciante, "a partir de las once esto es el pasaje del terror".

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