La voz tabernaria de Tom Waits toma el Fórum
Media hora de retraso. ¿Qué es eso para besar a las huríes?, se preguntaba el público. Vale que la hurí era un hombre viejuno y afónico-aguardentoso, que se mueve como un chimpancé, pero era él. Comenzó a cantar a las 22.03 de ayer, ante un auditorio expectante, pateando el entarimado con su primer tema, Lucinda. Cazalla en la garganta, gesto circense y sangría de ritmos con intención portuaria servida como en una taberna. Fue él, Tom Waits, en su primer concierto en Barcelona. Ya tocaba. Hoy repite....
Media hora de retraso. ¿Qué es eso para besar a las huríes?, se preguntaba el público. Vale que la hurí era un hombre viejuno y afónico-aguardentoso, que se mueve como un chimpancé, pero era él. Comenzó a cantar a las 22.03 de ayer, ante un auditorio expectante, pateando el entarimado con su primer tema, Lucinda. Cazalla en la garganta, gesto circense y sangría de ritmos con intención portuaria servida como en una taberna. Fue él, Tom Waits, en su primer concierto en Barcelona. Ya tocaba. Hoy repite.