El tripartito quedaría lejos de la mayoría

Empate técnico entre PSE y PNV. Eso es lo que refleja el estudio de estimación de voto realizado por el Euskobarómetro de la Universidad del País Vasco (UPV) en el caso de que se celebrasen ahora las elecciones autonómicas previstas para la próxima primavera, si no se adelantan. El PNV vencería a los votos, pero los socialistas podrían superarle en número de escaños, dándole así un vuelco a la situación actual. La encuesta, que confirma al PP como tercera fuerza, parte del supuesto que PNV y EA concurran por separado a los comicios (en las últimas autonómicas fueron juntos) y que ni Batasuna n...

Empate técnico entre PSE y PNV. Eso es lo que refleja el estudio de estimación de voto realizado por el Euskobarómetro de la Universidad del País Vasco (UPV) en el caso de que se celebrasen ahora las elecciones autonómicas previstas para la próxima primavera, si no se adelantan. El PNV vencería a los votos, pero los socialistas podrían superarle en número de escaños, dándole así un vuelco a la situación actual. La encuesta, que confirma al PP como tercera fuerza, parte del supuesto que PNV y EA concurran por separado a los comicios (en las últimas autonómicas fueron juntos) y que ni Batasuna ni ninguna otra marca relacionada con la izquierda abertzale pueda participar en los comicios y propugne la abstención o el voto en blanco. De presentarse, el sector político representado ahora por el PCTV-EHAK alcanzaría el 6% de los votos emitidos, con unos 100.000 electores.

El PNV ganaría las elecciones en votos, pero le superaría el PSE en escaños

Con los datos que ofrece el Euskobarómetro se confirmaría el ciclo ascendente que disfruta el PSE en las últimas elecciones (locales y generales), a la vez que acentuaría el retroceso del PNV, que ya perdió la condición de fuerza más votada en los comicios generales de marzo en favor de los socialistas. Se trataría de un escenario electoral parecido al de 1986, cuando los socialistas ganaron en escaños y el PNV, que acaba de sufrir la escisión, logró más votos. Los socialistas no pudieron formar gobierno con el resto de partidos y al final se coaligaron con el PNV, que volvió a situar como lehendakari a José Antonio Ardanza.

A diferencia de entonces, el PP mantendría su actual representación o, en el peor de los casos, sufriría un leve descenso, lo que permitiría a socialistas y populares conformar mayoría absoluta. "El actual tripartito [PNV, EA y EB] tendría casi imposible formar gobierno e Ibarretxe muy difícil la obtención de la Lehendakaritza por cuarta vez consecutiva", resalta el Euskobarómetro, que dirige el catedrático Francisco José Llera. Las únicas fórmulas para dirigir un gobierno estable pasan por pactos entre dos de los tres partidos más votados: PSE y PP sería una de las opciones, y PSE y PNV la otra.

El PNV ganaría las elecciones con el 34% de los votos y conseguiría entre 24 y 27 escaños (de 75 en juego), pese a sufrir un retroceso. Sería la primera fuerza en Vizcaya y la segunda en Guipúzcoa y Álava. Los socialistas, por su parte, mejorarían de manera notable sus resultados. Obtendrían el 32% de los votos, pero podrían ser la primera fuerza en escaños, entre 25 y 28. En Álava lograría el mejor resultado, con el 35% de los votos y 9 ó 10 parlamentarios. También serían primeros en Guipúzcoa y segundos en Vizcaya. El secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, se apoyó en el sondeo para resaltar "las ganas de cambio" que hay en Euskadi. "Existe una mayoría de ciudadanos vascos que rechaza los proyectos fracasados que, llámense Plan Ibarretxe, hoja de ruta o consulta, han sido la prioridad de Ibarretxe en sus diez años de Gobierno", recalcó.