EL DEBATE EN EL PLENO

Gallardón ofrece más baja por maternidad a las funcionarias

El debate sobre el estado de la ciudad es un invento que el actual alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, puso en marcha hace tres años. El primero se celebró en 2005, y fueron las obras de reforma de la M-30 las que produjeron una intensa discusión. Pero el de ayer, el tercero que enfrenta a los políticos municipales para discutir sobre asuntos de la ciudad, fue diferente. Descafeinado. "Aburrido y tedioso", reconoció el portavoz socialista David Lucas. Aunque el alcalde le contestó que él se lo había pasado muy bien.

Quizá porque el formato del debate sea injusto con los grupos de la...

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El debate sobre el estado de la ciudad es un invento que el actual alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, puso en marcha hace tres años. El primero se celebró en 2005, y fueron las obras de reforma de la M-30 las que produjeron una intensa discusión. Pero el de ayer, el tercero que enfrenta a los políticos municipales para discutir sobre asuntos de la ciudad, fue diferente. Descafeinado. "Aburrido y tedioso", reconoció el portavoz socialista David Lucas. Aunque el alcalde le contestó que él se lo había pasado muy bien.

Quizá porque el formato del debate sea injusto con los grupos de la oposición (PSOE e IU). Mientras que Gallardón dispuso de más de tres horas para exponer con "autocomplacencia" todos sus éxitos y responder con ciertas dosis de demagogia a la oposición, los portavoces del PSOE e IU apenas disfrutaron de 40 minutos para criticar la gestión municipal. Y eso que el presidente del pleno, ayer Manuel Cobo, fue generoso y les concedió tiempo extra. Además, para controlar todos los aspectos del debate, el regidor aprovechó para deslizar una nueva propuesta: ampliar la baja de maternidad para las funcionarias municipales, de 16 a 24 semanas. La medida, que tendrá que ser aprobada por los sindicatos durante la negociación del convenio colectivo, afectará a unas 300 empleadas al año. El coste no es mucho, unos 800.000 euros al año. Una minucia comparado con la abultada deuda municipal que ha protagonizado buena parte del debate.

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La interminable presentación del alcalde estuvo trufada de ataques a la tímida acción del Gobierno central ante la crisis de la economía. Recién designado miembro de la dirección nacional de su partido, se encontró a gusto disparando contra el Ejecutivo de Zapatero. Luego una interminable enumeración de sus éxitos: la mayoría inversiones e infraestructuras prometidas hace un año y aún no terminadas, como el Prado-Recoletos, el Matadero, la recuperación del centro, el plan de vivienda... Se percató Pérez de ello y le espetó: "Quizá también es usted responsable de que España haya pasado de cuartos". Risas. "Madrid ya era una gran ciudad antes de que usted llegara. Hay que reconocer que ha iniciado una etapa de modernidad. Pero la complica por esa falta de interés por lo público". Lucas y Pérez reprocharon al alcalde su afán de privatizar los servicios municipales. Y mientras Gallardón exponía sus planes, Lucas le ofrecía pactos para los temas que preocupan a los madrileños: contaminación, tráfico y cohesión social. Pero no encontró respuesta.

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