El potencial de la fregona
Las precolecciones eran hasta hace poco como una faja: algo útil de lo que nadie habla. Pero, muy en sintonía con las parrillas televisivas, el patito feo se ha hecho cisne. Las precolecciones son ahora la chica más popular del instituto, la que todos quieren llevar al baile. Un eufemismo que podríamos muy bien ahorrarnos ya que el romanticismo no tiene mucho lugar en esta historia: el milagro lo obra el dinero. A pesar del revuelo que causan las colecciones principales, las que se muestran en desfiles, son las otras las que hacen dinero. Productos más comerciales que, sin ayuda de prensa ni f...
Las precolecciones eran hasta hace poco como una faja: algo útil de lo que nadie habla. Pero, muy en sintonía con las parrillas televisivas, el patito feo se ha hecho cisne. Las precolecciones son ahora la chica más popular del instituto, la que todos quieren llevar al baile. Un eufemismo que podríamos muy bien ahorrarnos ya que el romanticismo no tiene mucho lugar en esta historia: el milagro lo obra el dinero. A pesar del revuelo que causan las colecciones principales, las que se muestran en desfiles, son las otras las que hacen dinero. Productos más comerciales que, sin ayuda de prensa ni famosos, se llevaban alrededor del 70% del presupuesto de las tiendas.
La feria Pitti Uomo en Florencia fue la primera en ver el potencial en la fregona. En su cita de enero, este evento dedicado a la moda masculina, todo un príncipe, eligió las precolecciones de mujer para su primer baile en pareja. Milán (las peleas fratricidas no son patrimonio de las ciudades españolas) no tardó en reaccionar y anunció al poco que también organizaría un calendario de presentaciones para potenciar esta vía de negocio. Coincidió con la última edición de Pitti, entre el 18 y el 21 de junio, que, por su parte, subió un poco más la apuesta: consiguió que la regia Diane von Furstenberg desfilara por primera vez en Europa y lo hiciera con su colección de crucero. Estaba la prensa y también Eva Longoria. Hubo cóctel y cena a la luz de la luna en un fabuloso jardín florentino. En términos de moda es lo más parecido a ponerle a la empollona la corona de reina del baile.
En todo caso, Furstenberg no ha sido la primera en dignificar lo que antes era una silenciosa transacción comercial. La pasión colectiva por abrazar en público a las precolecciones está generando un rosario de exóticos desfiles. En mayo, Dior se llevó la suya a Nueva York para que la vieran de cerca Jennifer López y Christina Aguilera. Gucci la utilizará para celebrar, el 8 de julio, el 70º aniversario de una de sus tiendas más míticas, la de Roma, que inaugurará reforma. Eso es tener el carnet de baile solicitado.