Piotr Anderszewski trae aire fresco al Festival Mozart

Dos figuras habituales en otros festivales musicales forman parte de los nuevos aires que han venido a refrescar el Festival Mozart. Si el homenaje a un autor vivo -Mauricio Kagel- fue la primera, no menos importante es la del artista residente que, en esta edición ha recaído en el pianista y director húngaro-polaco Piotr Anderszewski. Nacido en Varsovia hace 39 años y residente en París, Anderszewski es uno de los pianistas más destacados de su generación. Como director, ha estado al frente de los solistas de la Filarmónica de Berlín, la Orquesta de Cámara Gustav Mahler o la Scottish Chamber ...

Dos figuras habituales en otros festivales musicales forman parte de los nuevos aires que han venido a refrescar el Festival Mozart. Si el homenaje a un autor vivo -Mauricio Kagel- fue la primera, no menos importante es la del artista residente que, en esta edición ha recaído en el pianista y director húngaro-polaco Piotr Anderszewski. Nacido en Varsovia hace 39 años y residente en París, Anderszewski es uno de los pianistas más destacados de su generación. Como director, ha estado al frente de los solistas de la Filarmónica de Berlín, la Orquesta de Cámara Gustav Mahler o la Scottish Chamber Orchestra, con la que ha grabado varios discos y mantiene una fuerte colaboración.

En su presentación en A Coruña, Anderszewski dirigió a la Orquesta Sinfónica de Galicia en sendas versiones del Concierto para piano en re mayor de Haydn y el Concierto nº 1 en do mayor de Beethoven. Su fuerza le lleva a elevarse ligeramente sobre la banqueta del piano, pero nunca se pone totalmente en pie. Su gesto es breve y muy medido, con el que logra una buena precisión general, aunque para ello haya de contar con la activa colaboración de Massimo Spadano, el concertino de la Sinfónica de Galicia.

Toca elevado sobre la banqueta del piano con una técnica apabullante

Es de notar el empaste de sonido del piano con la orquesta y cómo se integra o dialoga con ella. Su gradación de intensidad es notable. Y su expresividad, serena y profunda en los tiempos lentos, puede resultar un tanto excesivo de contraste.

Como pianista, su técnica es apabullante, con un legato prácticamente perfecto, y está siempre en función de la expresividad musical. Dicen que Beethoven fue a Viena a recoger el espíritu de Mozart de las manos de Haydn. En este concierto se culminó ese recorrido de la mano de Piotr Anderszewski. Esta tarde, otra vez en el Teatro Colón tocará un recital a solo con obras de Bach, Mozart y Schumann.

Mañana, en el Museo de Belas Artes de A Coruña, tendrá lugar la segunda matiné de las tres previstas en el Festival. El Grupo Instrumental Siglo XX, dirigido por Florian Vlasi, hará el estreno absoluto de Trazo. También se interpretará Diferencias, una composición de Fernando Buide por encargo del Festival Mozart, así como obras de Paul Hindemith y Bela Bartók.