Sevilla, Valladolid y ahora Málaga se quedan sin director

¿Es tan duro dirigir un certamen? En estos momentos, Valladolid, Sevilla y Málaga se encuentran sin director. El primero está a punto de anunciar su nuevo responsable, que se haría cargo de la parte artística mientras que el lado económico quedaría en manos de una comisión gestora. En cuanto a Málaga, ayer por la mañana Salomón Castiel anunció su dimisión tras 11 años en el cargo -desde su fundación-. "Hay una epidemia de renuncias de mal rollo, pero a mí no me ha picado ese virus", comenta riendo Castiel. "Sencillamente, es que compaginar este cargo y la gestión del teatro Cervantes [ocho mil...

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¿Es tan duro dirigir un certamen? En estos momentos, Valladolid, Sevilla y Málaga se encuentran sin director. El primero está a punto de anunciar su nuevo responsable, que se haría cargo de la parte artística mientras que el lado económico quedaría en manos de una comisión gestora. En cuanto a Málaga, ayer por la mañana Salomón Castiel anunció su dimisión tras 11 años en el cargo -desde su fundación-. "Hay una epidemia de renuncias de mal rollo, pero a mí no me ha picado ese virus", comenta riendo Castiel. "Sencillamente, es que compaginar este cargo y la gestión del teatro Cervantes [ocho millones de presupuesto, 100 trabajadores] ha sido duro. Y llevo más de una década sin vacaciones. Sé el momento en el que hay que irse". Fernando Lara, director del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), piensa otra cosa: "Me preocupa esta falta de responsables. Y sobre todo, en Valladolid y Sevilla, cuyas fechas se acercan vertiginosamente".

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Castiel es defensor de la figura director-gerente, que una sola persona se haga cargo de ambas tareas. "O, al menos, que el responsable tenga muy claro la situación económica". El certamen de Málaga, centrado en el cine español y con una sección documental que se desgajará en las próximas ediciones para obtener entidad propia, contó con 3.500.000 euros de presupuesto en su última cita, con 80.000 espectadores que pasaron por taquilla y casi 200.000 entre público, invitados, asistentes a mesas redondas y visitantes de exposiciones. "Nacimos por la necesidad de que en la ciudad hubiera un certamen tras la muerte de la semana de cine de autor que existía anteriormente. Toda la Corporación, con Celia Villalobos como alcaldesa, votó a favor. Y nos ha ido muy bien. Málaga se ha convertido en imagen de marca del cine español". Sin embargo, sus diversos cambios de fechas han provocado diversas quejas de otros directores: el certamen malagueño es demasiado grande y mediático como para solaparse con él. "Creo que el error es considerar festival a todo el que se autodenomina así", prosigue Castiel. "Hay mucho disfraz en esto. Semanas o muestras se bautizan festivales para no sé qué". Porque Málaga, como los auténticos certámenes, "deberían dedicarse al estreno de películas inéditas o buscar su especialización, en nuestro caso, lo español". ¿Y Salomón, qué va a hacer? "Tomarme un tiempo de reflexión. Estar más con mi familia. E irme de vacaciones, que llevo 11 años sin ellas"."Hay una epidemia de renuncias de mal rollo, pero a mí no me picó ese virus"

Fiesta de gala en el Festival de Cine de Málaga.JULIÁN ROJAS
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