20 años de cárcel por matar de 18 puñaladas a su esposa

La mujer murió desangrada en la bañera de su casa

Tres días después de que el jurado diera su veredicto de culpabilidad, ya hay sentencia. El magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia de Almería, Jesús Martínez, ha condenado a Noureddine Sourroukh, de 44 años, a 20 años de cárcel por un delito de asesinato con el agravante de parentesco a Khadija Nejjar, de 35 años. El juez también condena al asesino de Khadija a pagar 150.000 euros para cada una de sus dos hijas en concepto de indemnización por responsabilidad civil.

El condenado asestó 18 puñaladas a su esposa, que murió desangrada en la bañera de su casa. Los hechos ocurriero...

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Tres días después de que el jurado diera su veredicto de culpabilidad, ya hay sentencia. El magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia de Almería, Jesús Martínez, ha condenado a Noureddine Sourroukh, de 44 años, a 20 años de cárcel por un delito de asesinato con el agravante de parentesco a Khadija Nejjar, de 35 años. El juez también condena al asesino de Khadija a pagar 150.000 euros para cada una de sus dos hijas en concepto de indemnización por responsabilidad civil.

El condenado asestó 18 puñaladas a su esposa, que murió desangrada en la bañera de su casa. Los hechos ocurrieron en septiembre de 2006, un año después de que Sourroukh fuera detenido tras la interposición, por parte de la víctima, de hasta cuatro denuncias por maltrato. El asesino de Khadija ingresó en el centro penitenciario de El Acebuche el 10 de septiembre de 2006 y durante la vista aseguró no recordar nada y no saber siquiera dónde estaba.

La hermana de la víctima, que viajó desde Holanda para testificar en el juicio por el asesinato de su hermana, aseguró que el acusado maltrataba, amenazaba y pegaba "diariamente" a la fallecida, a la que ni siquiera permitía que dijera a su familia dónde vivían para que no pudieran ir a visitarla, y que cursó cuatro denuncias contra él ante la Guardia Civil de Vícar y Roquetas de Mar que luego, sin embargo, retiraba "porque él le pedía perdón".

La hermana detalló que el ya condenado llegó incluso a agredir a las hijas del matrimonio, que, junto a su madre, habían huido en varias ocasiones a Marruecos por miedo. Éste mató a Khadija la misma noche en que ella regresó de una de sus estancias con su familia en Marruecos y después de que ella misma le aconsejara que volviera a España porque las leyes "funcionaban mejor aquí". En el momento de los hechos, las hijas se encontraban conla abuela materna en Marruecos, donde hoy continúan.

El jurado popular no consideró probado el alegato de la defensa que sostuvo que su cliente sufría una alteración mental que anuló sus capacidad tanto cognitiva como volitiva. El fallo desestima la enajenación como el informe y declaración pericial forense, que señaló un discurso y comportamiento lúcido y coherente.

Desde el 1 de enero hasta el 14 de mayo el Centro Provincial del Instituto Andaluz de la Mujer en la capital almeriense ha atendido a 129 mujeres inmigrantes. De ellas, 50 han sido víctimas de malos tratos por violencia de género.

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