Un fallo colapsa la estación de Renfe de Vilanova

Los problemas volvieron ayer a la estación de Renfe de Vilanova i la Geltrú (Garraf) en el primer día laborable en que los usuarios debían pagar el billete. Sin embargo, esta vez no fallaron los trenes, sino las máquinas expendedoras de billetes: ante la elevada demanda de abonos, el sistema de pago por tarjeta se colapsó y se formaron largas colas.

El problema se inició hacia las siete de la mañana. En plena hora punta falló el sistema de pago con tarjeta, que depende de los bancos, por lo que los usuarios tuvieron que adquirir sus billetes en efectivo. La elevada demanda hizo que el c...

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Los problemas volvieron ayer a la estación de Renfe de Vilanova i la Geltrú (Garraf) en el primer día laborable en que los usuarios debían pagar el billete. Sin embargo, esta vez no fallaron los trenes, sino las máquinas expendedoras de billetes: ante la elevada demanda de abonos, el sistema de pago por tarjeta se colapsó y se formaron largas colas.

El problema se inició hacia las siete de la mañana. En plena hora punta falló el sistema de pago con tarjeta, que depende de los bancos, por lo que los usuarios tuvieron que adquirir sus billetes en efectivo. La elevada demanda hizo que el cambio en las máquinas se agotara hasta en tres ocasiones y las taquillas se colapsaron. Ante tal situación, según la versión de Renfe, se decidió abrir las puertas y dejar pasar sin pagar a los pasajeros.

El sistema de pago con tarjeta no funcionaba y causó largas colas

"He llegado a la estación a las ocho de la mañana y estaba llena de gente que quería hacerse con su billete. Había colas en las taquillas y las máquinas no funcionaban, era difícil comprar un abono", explicó Jordi Conejero, un estudiante que usa el tren a diario para desplazarse de Vilanova a Barcelona. Ante las múltiples quejas de los viajeros, que veían cómo se escapaban sus trenes y una vez más llegarían tarde al trabajo, se volvió, por unos instantes, a la gratuidad. "La gente se estaba quejando. Ha salido el jefe de estación y ha ordenado a los informadores que repartieran a todo el mundo billetes gratuitos. La gente ha dejado de protestar y hemos ido a coger el tren", añadió Conejero.

Ayer, al ser el lunes festivo en Barcelona y parte del área metropolitana, era el primer día laborable para la mayoría de viajeros que usan habitualmente la línea C-2 sur. Esta ruta ha sido gratuita durante seis meses, hasta el viernes pasado, para compensar a los viajeros el caos de Cercanías de otoño, por lo que la mayoría de pasajeros que acudieron a la estación debían adquirir sus abonos. El problema con las expendedoras remitió cuando el volumen de adquisición de billetes se redujo. Renfe investigaba ayer las causas del problema para evitar que se repita hoy el colapso.

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