El viento se une a una lluvia generosa

La caída de árboles por el temporal causa incidentes en carreteras y ferrocarriles - Las precipitaciones empapan todo el territorio y se dirigen hoy hacia el norteEl alcalde de Deltebre pide declarar el delta en situación de emergencia

La jornada de ayer dejó daños materiales, aunque no humanos, en diversas poblaciones. En especial, en las de Tarragona. Las lluvias se desplazan hoy a Barcelona y Girona, que ayer también vivieron situaciones complicadas, aunque no hubo que lamentar daños personales.

Lo que tanto se anhelaba ha ocurrido al fin: llueve con generosidad, de forma continuada y por todo el territorio. Las abundantes precipitaciones empaparon ayer, especialmente, las comarcas de Tarragona, donde se recogieron entre 60 y 80 litros por metro cuadrado hasta las 20.00 horas. En algunos puntos se alcanzaron cifras...

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La jornada de ayer dejó daños materiales, aunque no humanos, en diversas poblaciones. En especial, en las de Tarragona. Las lluvias se desplazan hoy a Barcelona y Girona, que ayer también vivieron situaciones complicadas, aunque no hubo que lamentar daños personales.

Los pasajeros de un Euromed sufrieron retrasos de cinco horas por una avería
El nivel de reservas de los embalses ha crecido el 0,2% desde el jueves

Lo que tanto se anhelaba ha ocurrido al fin: llueve con generosidad, de forma continuada y por todo el territorio. Las abundantes precipitaciones empaparon ayer, especialmente, las comarcas de Tarragona, donde se recogieron entre 60 y 80 litros por metro cuadrado hasta las 20.00 horas. En algunos puntos se alcanzaron cifras que suenan a récord (140 litros), después de una larga temporada sin lluvias de calado que han enfrentado Cataluña al abismo de la sequía y al fantasma de las restricciones. A lo largo del litoral, así como en la ciudad de Barcelona, el agua cayó de forma persistentes. El observatorio Fabra, por ejemplo, registró unos 60 litros por metro cuadrado. También llovió en las cabeceras de los pantanos, lo que debe ayudar a aumentar el nivel de las reservas. Tras superar una situación crítica, los embalses del sistema Ter-Llobregat -los que abastecen al área metropolitana de Barcelona- han visto incrementadas sus reservas de forma continuada desde abril.

El pasado jueves, las cuencas internas alcanzaron el 25,47% de su capacidad. Esta cifra está todavía lejos de la registrada el año pasado por las mismas fechas. El panorama, sin embargo, se aclara poco a poco, sobre todo porque desde el jueves casi no ha parado de llover. El último parte de la Agencia Catalana del Agua (ACA), actualizado a primera hora de la tarde de ayer, permite observar los beneficios de estas últimas precipitaciones. El nivel de los embalses ha crecido el 0,20%, hasta situarse en el 25,66% gracias, en parte, al deshielo.

El pantano de Sant Ponç es el que sigue más en forma de los cinco que forman el sistema Ter-Llobregat (55%). Los de Sau (16,75%) y La Llosa del Cavall (18,8%) continúan en horas bajas. El área de Barcelona aleja un poco más, en cualquier caso, las restricciones.

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Además, las previsiones meteorológicas apuntan a que hoy seguirá lloviendo, y que lo hará de forma muy parecida a como lo hizo ayer: con generosidad, continuidad y distribución territorial. El temporal ha entrado por el sur de Cataluña y avanza ahora hacia el norte. Según las previsiones del Servicio Meteorológico de Cataluña, se mantendrá hoy con la misma fuerza, pero comenzará a remitir mañana. El litoral y el prelitoral serán las zonas más afectadas, mientras que en el interior se abrirán claros y las precipitaciones serán en forma de chubascos.

Aunque la lluvia ha llegado con fuerza, lo ha hecho acompañada de un elemento bastante menos deseado: el viento. Las fuertes rachas de viento registradas causaron problemas en la red viaria y ferroviaria y obligaron a los bomberos a emplearse a fondo. Los principales incidentes se produjeron por la caída de árboles. Algunos de ellos no resistieron el envite.

Uno de esos árboles caídos fue a parar a la catenaria de Renfe. La avería del sistema de electrificación ocasionó un retraso de unas cinco horas en un Euromed -un tren que une Barcelona y Valencia- y en otro convoy de media distancia. El tráfico ferroviario permaneció interrumpido entre Sant Vicenç de Calders y Tarragona. Los pasajeros del Euromed fueron remolcados mediante una locomotora diésel. Los del tren de media distancia, por el contrario, fueron evacuados y trasladados en autocar.

Por la tarde, un tren de la línea Barcelona-Manresa-Lleida quedó detenido entre las estaciones de Rajadell y Calaf "por falta de tensión", explicó un portavoz de Renfe.

Los conductores que circulaban por la autopista AP-7 en sentido norte a la altura de Tarragona, también se llevaron ayer más de un susto por la caída de árboles en la vía. Esta circunstancia obligó a cerrar la autopista a las 11.30 horas, lo cual originó casi tres kilómetros de retenciones. El tráfico se restableció cuatro horas después.

La Dirección General de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento informó de que los bomberos realizaron más de 600 salidas por la lluvia. La mayoría, para asegurar elementos de fachadas como persianas, antenas y cables. También para retirar objetos y elementos de la vía pública. No hubo daños personales.

El centro de emergencias de Cataluña mantiene activada la fase de alerta por inundación en las comarcas del Alt Penedès, Baix Llobregat, Baix Empordà, Garrotxa, Gironès, Osona, Pla de l'Estany, Selva, Vallès Occidental y Vallès Oriental.- Tarragona. El temporal ocasionó complicaciones en el Camp de Tarragona. El viento arrancó numerosos árboles de gran grosor. A primera hora de la tarde, los bomberos habían realizado ya 144 salidas, 44 de ellas en la capital; y 13 más en las Terres de l'Ebre. La mayoría de los avisos se produjeron por la caída de árboles, algunos de ellos de gran grosor fueron arrancados de cuajo en la Rambla y en parques del centro de la ciudad. En Falset (Priorat) el viento registró una fuerza de 31 metros por segundo y en Torredembarra, El Perelló y Horta de Sant Joan, de 23 metros por segundo, según mediciones efectuadas a las 11.00 horas.

El alcalde de Deltebre, Gervasi Aspa, pidió al Gobierno catalán que declare el delta del Ebro "en situación de emergencia nacional" después de que el temporal haya hecho desaparecer tramos enteros de la playa de la Marquesa y la Balsa de la Arena. Las olas levantadas por el temporal se han tragado entre ocho y 12 metros de arena y han roto el cordón de protección de la playa. Además, el agua del mar ha acabado entrando en los campos de arroz más cercanos a la playa, lo que podría perjudicar gravemente la producción de todo el año.

- Girona. En Girona, la lluvia cayó durante todo el día de forma irregular y no desanimó a los centenares de visitantes que acudieron a la exposición Temps de flors por el barrio viejo de la ciudad. Las precipitaciones más intensas se registraron en las comarcas del Pla de l'Estany, Baix Empordà y la Selva, especialmente en las poblaciones marítimas, mientras que el Alt Empordà registró lluvias más débiles e intermitentes. El temporal de viento también afectó a algunos arenales como la playa de S'Abanell de Blanes, recién remodelada, y levantó olas de hasta dos metros de altura en la costa de Pals y en L'Estartit.

- Bages. La lluvia no llegó con la misma potencia a las comarcas del interior. Las nubes cubrieron el cielo de la Cataluña central durante todo el día y en la mayoría de poblaciones llovió. A diferencia del viernes, el temporal de ayer se concentró en los tramos inferiores del río Llobregat y su principal afluente, el Cardener, con lo que la repercusión en forma de aporte directo a las reservas de agua de los pantanos fue menor.

En la zona del Solsonès, en la cabecera del Cardener, la lluvia no superó registros de cinco o seis litros por metro cuadrado. En el Berguedà, las nubes no descargaron prácticamente hasta la tarde.

Información elaborada por Enric Badia, Pilar Encuentra y Natalia Iglesias.

Arriba, pasajeros de un tren de media distancia evacuados en Torredembarra. Abajo, una familia observa el rompeolas, a la entrada del puerto de Empuriabrava, en Castelló d'Empúries. / josep lluís sellartEFE

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