Reportaje:Moda

El castillo de los trapos

El Festival de Moda y Fotografía de Hyères convierte una villa de la Costa Azul en la capital mundial del nuevo talento

Es fin de semana en la pequeña ciudad de Hyères y, como por arte de las tendencias, la deliciosa Costa Azul francesa se convierte en una inesperada capital de la creación alternativa. Se celebra el Festival de Moda y Fotografía que ha hecho de este rincón del mundo un faro para guiarse por un océano de los jóvenes creadores, las exposiciones de diseñadores, cócteles de champán y esa calculada relajación que hace del gran sarao de la moda una hedonista forma de ver las cosas.

El marco no puede ser más incomparable: Villa de Noailles, edificio constructivista proyectado por el arquitecto ...

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Es fin de semana en la pequeña ciudad de Hyères y, como por arte de las tendencias, la deliciosa Costa Azul francesa se convierte en una inesperada capital de la creación alternativa. Se celebra el Festival de Moda y Fotografía que ha hecho de este rincón del mundo un faro para guiarse por un océano de los jóvenes creadores, las exposiciones de diseñadores, cócteles de champán y esa calculada relajación que hace del gran sarao de la moda una hedonista forma de ver las cosas.

El marco no puede ser más incomparable: Villa de Noailles, edificio constructivista proyectado por el arquitecto Robert Mallet-Stevens sobre una colina de la ciudad a principios del siglo XX. Este improbable centro de las tendencias bullía el viernes con todo el espectro de los estilismos (muy importantes, dadas las circunstancias). De los más extremos, que fulminaban las pupilas con estampados fluorescentes, al estilo casual de esos editores de moda que no tienen nada que demostrar.

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Todos tenían algo en común: son cool y se lo estaban pasando de miedo. Y con toda razón: champán a tutiplén, barbacoas y fiestorros con la excusa de la moda y la creatividad. Escenas como ésta se vienen repitiendo en la laberíntica geometría de Noailles desde hace 23 años. Hablamos de uno de los más prestigiosos concursos de moda y fotografía, dirigido, fundado enfocado al nuevo talento por Jean-Pierre Blanc, de 43 años. "Nació con una intención muy sencilla, y sigue manteniéndola", explica mister Blanc, mientras saludaba el viernes a derecha e izquierda a los visitantes que iban llegando. "Queríamos mostrar el potencial de los creadores jóvenes, y resulta que todo el mundo está interesado en ello. La industria los necesita".

En efecto, Hyères ha sido plataforma y trampolín para rentables creadores como los holandeses Viktor & Rolf o la sueca Sandra Backlund, galardonada con el premio a la mejor colección en la pasada edición. Un jurado en el apartado de moda, presidido en esta ocasión por el diseñador de la maison parisiense Givenchy, Ricardo Tisci y con miembros como la blogger Diane Pernet debe decidir entre las 10 propuestas presentadas.

Otros 10 jóvenes creadores, en este caso fotógrafos -cuya edad, igual que la de los diseñadores a concurso, debe estar por debajo de los 35 años-, tendrán la oportunidad de mostrar sus portfolios y entrar en el exigente y muy restrictivo mundo de las grandes ligas de la fotografía de moda.

Una retrospectiva dedicada a Haider Ackermann, la muestra de los retratos casuales que The Sartorialist -otro reconocido blogger- o una instalación creada por el joven y talentoso creador francés Eric Lebon completan este año una fiesta que se prolongará hasta junio.

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