Reportaje:

'Marula' suena elegante en Pekín

Una 'videojockey' gallega triunfa en los clubes de moda de la capital china y acude a festivales y exposiciones en Tokio, Roma, Bruselas o Barcelona

Si algún día pasea por una de las grandes ciudades del mundo y encuentra un cartel en el que se anuncia la actuación de una tal Marula en uno de los clubes de moda no piense que está teniendo alucinaciones. El simpático sobrenombre corresponde a la vídeojockey gallega Mayra Vázquez, una joven que todavía no ha cumplido los 30 años pero que se está haciendo un hueco en un mundo selecto donde se mueven cifras millonarias. Después de trabajar durante algunos años en Barcelona como diseñadora y productora de videoclips, Marula acaba de instalarse en Pekín donde su nombre ya comienza ...

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Si algún día pasea por una de las grandes ciudades del mundo y encuentra un cartel en el que se anuncia la actuación de una tal Marula en uno de los clubes de moda no piense que está teniendo alucinaciones. El simpático sobrenombre corresponde a la vídeojockey gallega Mayra Vázquez, una joven que todavía no ha cumplido los 30 años pero que se está haciendo un hueco en un mundo selecto donde se mueven cifras millonarias. Después de trabajar durante algunos años en Barcelona como diseñadora y productora de videoclips, Marula acaba de instalarse en Pekín donde su nombre ya comienza a sonar entre los numerosos devotos de la cultura electrónica.

"Mi nombre artístico es un guiño a Galicia porque, aparte de la sonoridad que tiene, me encanta el juego de significados. Todos los gallegos pensamos en una cosa cuando escuchamos marula o marulo pero en el resto del mundo suena muy cool y elegante", explica la artista, que aunque nació en Madrid se siente gallega por los cuatro costados ya que paso su infancia y adolescencia entre Lugo y Ourense y siempre que puede vuelve para visitar a su familia.

"Ourense y Quiroga son y serán siempre mi base. Toda mi familia vive allí"
"Si te gustan las nuevas tecnologías, acabas trabajando como videojockey"
Su agenda incluye viajes a Madrid, Roma, Tesalónica y Tokio

"Ourense y Quiroga son y serán siempre mi base. Toda mi familia vive allí, así que el verano, las Navidades y la Semana Santa no me los quita nadie. Me siento muy a gusto y me cuesta mucho marcharme de Galicia, eso sí, siempre vuelvo con unos kilos de más y la maleta llena de queso de tetilla, ternera, chorizos de cebolla y licor café", explica Marula, quien tiene una vida muy agitada como lo demuestra su agenda para los próximos meses que incluye viajes a Madrid, Roma, Tesalónica y Tokio para participar en diversos festivales audiovisuales y exposiciones.

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En su trabajo se mezclan las artes plásticas y la música. Lleva muchos años trabajando con el vídeo y hace tres comenzó también a actuar como videojockey. Todas las imágenes que usa en sus actuaciones son de producción propia y para conseguirlas las jornadas ante el ordenador llegan a alcanzar las 14 horas diarias. "Reparto mi tiempo entre el trabajo de edición, sesiones como Vj en clubes y festivales y mis proyectos artísticos personales", añade. Uno de estos trabajos puede verse ahora en Bruselas dentro de una exposición sobre jóvenes artistas que recorrerá distintos países europeos.

En cuestiones musicales sus gustos son eclécticos: "Para una sesión tranquila me gusta la electrónica experimental, IDM y un poco de minimal y para algo más contundente me quedo con el techno, electro, hardtechno y acidtrance. Cuanto más se mezclen los estilos y más ruiditos tengan, mejor". En varias de las mejores salas de España ya han podido escucharse sus sesiones de vídeo y música, ya que fue contratada por multinacionales como Toyota o Samsung para realizar actuaciones. "Si te gustan las nuevas tecnologías, el vídeo, la imagen y el diseño es muy probable que acabes trabajando como videojockey o, al menos, te intereses por este concepto", señala.

Durante los meses que lleva viviendo en Pekín ha podido asistir a la transformación de una ciudad que se prepara para el reto de los Juegos Olímpicos. "Es muy curioso ver en primera persona la mezcla que se está produciendo entre Oriente y Occidente y entre comunismo y capitalismo. No sé si es bueno o malo, supongo que se trata de la evolución", indica Marula, quien, pese a encontrarse en uno de los puntos de efervescencia artística mundial, tiene tiempo para echar un ojo a lo que pasa en su tierra, donde hay videojockeys "buenísimos" y proyectos audiovisuales muy interesantes que le llevan a seguir reivindicando el antiguo distintivo de Galicia Calidade.

Sus planes de futuro no se reducen a China ya que trabaja para una productora (Science of Sounds) que organiza distintos eventos vinculados a la cultura electrónica por toda Asia. "De todas formas, el proyecto más importante que desarrollo es mi propia vida y sentirme realizada haciendo lo que me gusta. Poder conocer gentes y lugares nuevos mediante mi trabajo es todo un lujo, y lo sé", dice la artista, que es todo un ejemplo de cómo se puede triunfar con su trabajo en grandes centros internacionales sin olvidar sus raíces. Si sigue así, pronto Marula será sinónimo de sofisticado.

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