Olano apuesta por "el liderazgo compartido"

Guipúzcoa siente el freno en el avance de sus proyectos estratégicos. En la búsqueda de soluciones, el diputado general, Markel Olano, ya planteó el pasado año un ambicioso plan estratégico, que propuso acompañar de fórmulas de consulta y participación ciudadana para lograr su máxima eficacia.

Y como primera medida de impacto plasmó en los Presupuestos del territorio las dotaciones económicas para encauzarlos. Sin embargo, consciente de las dificultades que entraña la configuración política del territorio de Guipúzcoa, el diputado general quiere reforzar su línea programática.
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Guipúzcoa siente el freno en el avance de sus proyectos estratégicos. En la búsqueda de soluciones, el diputado general, Markel Olano, ya planteó el pasado año un ambicioso plan estratégico, que propuso acompañar de fórmulas de consulta y participación ciudadana para lograr su máxima eficacia.

Y como primera medida de impacto plasmó en los Presupuestos del territorio las dotaciones económicas para encauzarlos. Sin embargo, consciente de las dificultades que entraña la configuración política del territorio de Guipúzcoa, el diputado general quiere reforzar su línea programática.

El próximo año se pondrán en marcha las dos primeras experiencias piloto

Una campaña de Baketik enseñará a los guipuzcoanos cómo se participa

El dirigente peneuvista entiende que en una sociedad tan plural como la guipuzcoana las discrepancias políticas no deben frenar los retos estratégicos. "El debate político no puede ser un obstáculo permanente para llegar a acuerdos en los principales retos que condicionan el futuro de Guipúzcoa", dijo el pasado jueves en San Sebastián al presentar su oferta.

Quizá porque ya ha pasado demasiado tiempo sin que se dispongan de avances sustanciales en proyectos decisivos, Olano siente ahora la urgencia de agitar los mecanismos correctores. En este contexto, se entiende que haya planteado ante todos los agentes sociales la necesidad de "un liderazgo compartido" para incentivar la participación ciudadana en la acción institucional (Parte Hartzea Landuz), que tendrá su debate correspondiente en las Juntas Generales.

Como punto de partida para defender la validez de su nueva filosofía, Olano hace autocrítica y reconoce "la gran distancia" existente entre la clase política y la calle. Esta constatación le lleva a ofrecer una política de mano tendida a la ciudadanía. Para ello va a impulsar la puesta en marcha de iniciativas piloto de participación ciudadana. A partir del 2009, por ejemplo, la Diputación de Guipúzcoa desarrollará dos experiencias en el ámbito de sus propias políticas públicas y seguirá profundizando en el área de los estudios, de la formación y de la colaboración interinstitucional con los ayuntamientos.

Desde Eudel-Asociación de Municipios Vascos, su presidente, Jokin Bildarratz, alcalde de Tolosa (PNV) acoge con indudable interés esta propuesta, por estimar que redundará en la modernización de los servicios municipales y en el impulso de la administración electrónica para facilitar la interactividad con los ciudadanos. Edurne Egaña, diputada de Presidencia, considera que el proyecto va a permitir "probar una nueva forma de participación".

Para facilitar esta incorporación, Baketik, el centro que dirige Jonan Fernández en Arantzazu, pretende enseñar cómo se hace "la participación ciudadana". Según los planes previstos, se pretende llegar a 500 participantes directos y a otras 160.000 familias a través de los medios de comunicación. Fernández sostiene que "la participación ciudadana nos ayuda a crecer democráticamente como sociedad".