Empresario benéfico

Al final de su carrera, el teólogo especialista en Derecho canónico, Benigno Moure (Arnoia, 1932) ha obtenido la primera condena por su gestión al frente del complejo organigrama empresarial en que él mismo ha convertido la Fundación San Rosendo.

No ha sido ésta la primera vez en la que Moure se ha sentado en el banquillo acusado por su modo de presidir una fundación sin ánimo de lucro, que en 16 años de vida se ha convertido en la mayor red asistencial de Galicia, con 54 centros (48 dedicados a la tercera edad). Atiende a 3.500 dependientes de los 5.000 ingresados en Galicia.

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Al final de su carrera, el teólogo especialista en Derecho canónico, Benigno Moure (Arnoia, 1932) ha obtenido la primera condena por su gestión al frente del complejo organigrama empresarial en que él mismo ha convertido la Fundación San Rosendo.

No ha sido ésta la primera vez en la que Moure se ha sentado en el banquillo acusado por su modo de presidir una fundación sin ánimo de lucro, que en 16 años de vida se ha convertido en la mayor red asistencial de Galicia, con 54 centros (48 dedicados a la tercera edad). Atiende a 3.500 dependientes de los 5.000 ingresados en Galicia.

La actividad del cura ha estado cuestionada. Recientemente, incorporó a la fundación una parcela de 7.500 metros cuadrados en el centro de Vigo que quería recalificar para viviendas. Moure se las ha arreglado para salir siempre a flote. Ha mantenido siempre estrechas relaciones con la derecha, aunque últimamente rechazaba su proximidad al PP y decía que la Ley de Dependencia beneficiaría más a su fundación "porque la Xunta ha visto que trabajamos bien".

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