Reportaje:

Toda la fuerza de Miquel Barceló

San Sebastián expone 24 obras gráficas del artista mallorquín realizadas entre los noventa y 2002 - 'Gesto de la naturaleza' se divide en tres bloques

"Pintamos porque la vida no basta", escribió una vez el polifacético artista mallorquín Miquel Barceló. El centro cultural Okendo de San Sebastián ha reunido un fragmento de su creación y, en definitiva, de su vida en la exposición Gesto de la naturaleza. En ella se pueden contemplar hasta el próximo 7 de junio 24 obras gráficas producidas por el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2003 entre los años 90 y 2002.

La muestra está dividida en tres bloques, unidos por la fuerza de lo esencial y lo orgánico. In Mali refleja la importancia que tuvo para Barceló su primer vi...

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"Pintamos porque la vida no basta", escribió una vez el polifacético artista mallorquín Miquel Barceló. El centro cultural Okendo de San Sebastián ha reunido un fragmento de su creación y, en definitiva, de su vida en la exposición Gesto de la naturaleza. En ella se pueden contemplar hasta el próximo 7 de junio 24 obras gráficas producidas por el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2003 entre los años 90 y 2002.

La muestra está dividida en tres bloques, unidos por la fuerza de lo esencial y lo orgánico. In Mali refleja la importancia que tuvo para Barceló su primer viaje a este país africano a finales de los ochenta del siglo pasado. Son obras realizadas en papel japonés, "muy sutiles", que "transmiten el relax del desierto", apuntó ayer Cecilio Rodríguez, responsable de arte contemporáneo de Gacma, la fundación malagueña con la que viaja Gesto de la naturaleza por distintas ciudades españolas.

La representación animal destaca en la muestra del centro Okendo

Bajo el epígrafe Obra gráfica de los años 90, la exposición se detiene en Tauromaquia, una serie "más rotunda" que la anterior, realizada sobre papeles y cartones de colores. El protagonista, el toro, "surge del reflujo circular de la mancha litográfica, un movimiento o acción del artista que se diría relacionado con la danza del torero en su encuentro con la bestia", puede leer el visitante junto a las piezas que se exhiben.

Pero este apartado muestra también una de las obras que conforman su trabajo Acróstico de cabras. Esta pieza desprende una fuerza animal muy presente en Barceló, pero también representa una innovación técnica. El artista combina en ella la litografía con la xilografía y la serigrafía.

Un tercer bloque resume con una docena de grabados al aguafuerte su serie Lanzarote, realizada ya a principios de este siglo y en la que se entremezclan animales, naturalezas muertas y marinas en blanco y negro. La idea inicial del artista era llegar a las cien obras. Quería emular lo que hizo el maestro Pablo Picasso, una gran influencia para él, con la Suite Vollard. Pero al final se quedó en 62. "La capacidad de producción de Barceló en el ámbito de la gráfica se reduce bastante debido a los grandes compromisos que adquiere últimamente", justificó Rodríguez, quien puso como ejemplo su intervención en la capilla de la catedral de Mallorca o en la cúpula de 1.500 metros cuadrados del palacio de las Naciones Unidas de Ginebra.

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Pese a ello, Lanzarote constituye su proyecto más ambicioso en obra gráfica, en lo que a número de originales respecta. El responsable de arte contemporáneo de Gacma se detuvo en la técnica que utiliza Barceló en esta serie, el aguafuerte, que "se adecua bastante al uso del pincel", para destacar que el creador mallorquín "absorbe rápidamente cualquier tipo de técnica y la hace suya, le imprime personalidad propia". "Tiene", concluyó, "ese punto de genialidad".

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