Alonso confía en que el PP cambie tras su "fracaso"
Primero, un recordatorio al PP, de lo que no debería hacer. Después, una invocación y defensa del ganador de las elecciones, a pesar de las acusaciones recibidas durante cuatro años. Para terminar, mano tendida al diálogo y al acuerdo pero en el bien entendido de que el PSOE pretende desarrollar el proyecto político avalado por más de 11 millones de ciudadanos.
Éste fue el hilo conductor del primer discurso de José Antonio Alonso como portavoz del Grupo Socialista. "Ha fracasado la estrategia de oposición basada durante cuatro años en la crispación; en el anuncio diario de la apocalipsi...
Primero, un recordatorio al PP, de lo que no debería hacer. Después, una invocación y defensa del ganador de las elecciones, a pesar de las acusaciones recibidas durante cuatro años. Para terminar, mano tendida al diálogo y al acuerdo pero en el bien entendido de que el PSOE pretende desarrollar el proyecto político avalado por más de 11 millones de ciudadanos.
Éste fue el hilo conductor del primer discurso de José Antonio Alonso como portavoz del Grupo Socialista. "Ha fracasado la estrategia de oposición basada durante cuatro años en la crispación; en el anuncio diario de la apocalipsis, de que entregábamos el Estado a los terroristas", proclamó Alonso con la mirada en la bancada de la derecha, mientras que Zapatero asentía con la cabeza. "Nunca otro gobernante como José Luis Rodríguez Zapatero ha sufrido tanta difamación; y los españoles han dicho que no a esa oposición".
Una vez que se sacó la espina clavada, defendió a su jefe y amigo, José Luis Rodríguez Zapatero, y afeó al PP su actitud de pasado, habló de diálogo y acuerdos para el futuro inmediato. "Tenemos el firme deseo de establecer acuerdos con el PP", aseguró. También, con los demás, precisó.
La unidad de todas las fuerzas políticas contra el terrorismo, casi la da por hecha, basándose en que la división, una vez más, en este terreno sería inaceptable para los ciudadanos. Ya sabe Alonso que a él corresponde tejer los acuerdos necesarios para dar estabilidad al Gobierno, aunque contempla la tarea con cierta tranquilidad al partir de una base de 169 diputados. Su primer discurso, sobrio, sin concesiones a la retórica, contó con el aplauso cerrado y sostenido de su grupo.