Declara que estranguló a su madre porque le gritaba

Un hombre acusado de matar a su madre, asfixiándola con las manos, reconoció ayer los hechos ante un tribunal del jurado de la Audiencia de Alicante, aunque puntualizó que la estranguló para dejara de gritarle. El parricidio ocurrió la madrugada del 3 de diciembre de 2006 en el domicilio familiar de la víctima, una mujer de 75 años, en el barrio del Pla, en Alicante.

El procesado se enfrenta a una pena de 16 años de cárcel, según la petición inicial del fiscal por un delito de asesinato con la agravante de parentesco. Mientras, la defensa solicita cinco años de prisión con la atenuante ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un hombre acusado de matar a su madre, asfixiándola con las manos, reconoció ayer los hechos ante un tribunal del jurado de la Audiencia de Alicante, aunque puntualizó que la estranguló para dejara de gritarle. El parricidio ocurrió la madrugada del 3 de diciembre de 2006 en el domicilio familiar de la víctima, una mujer de 75 años, en el barrio del Pla, en Alicante.

El procesado se enfrenta a una pena de 16 años de cárcel, según la petición inicial del fiscal por un delito de asesinato con la agravante de parentesco. Mientras, la defensa solicita cinco años de prisión con la atenuante de enajenación mental e intoxicación por consumo de alcohol. Tanto el agresor, de 52 años en la actualidad, como su madre estaban en tratamiento por depresión.

El acusado declaró que la mortal agresión a su madre fue la consecuencia de una "fuerte" discusión que comenzó la tarde del día anterior. El procesado no supo concretar los motivos de la disputa con su madre, aunque alegó "que era prácticamente imposible convivir con ella". "Por ello, tras esa discusión y amenazarme con que se iba a autolesionar para que me llevaran a la cárcel, me planteé abandonar el domicilio. Sin embargo, durante la noche bebí, cuatro o cinco tazas de café con ron. Al despertarme, mi madre volvió a increparme e insultarme", añadió. Entonces, el acusado señaló que primero pensó golpearle con una botella, aunque luego se abalanzó sobre ella y la estranguló. "No me di cuenta de que la estaba asfixiando. Sólo quería que se callara y me dejara en paz", reiteró.

Tras el parricidio, el hombre llamó a su psicólogo y le narró lo sucedido.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En