Necrológica:

Philip Jones Griffiths, fotógrafo de guerra

Destacó por su cobertura del conflicto de Vietnam

Philip Jones Griffiths es reconocido como uno de los más destacados -si no el mejor- fotógrafos de guerra de la segunda mitad del siglo XX. Su cámara fue testimonio, durante cinco décadas, de innumerables conflictos que le llevaron a recorrer más de un centenar de países, pero fue su cobertura de la guerra de Vietnam la que lo convirtió en una celebridad. Con su estudio de la cultura vietnamita y de las terribles consecuencias del conflicto en la población civil, que volcó en el libro Vietnam Inc (1971), conmocionó a la opinión pública estadounidense y le imprimió un giro hacia posicion...

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Philip Jones Griffiths es reconocido como uno de los más destacados -si no el mejor- fotógrafos de guerra de la segunda mitad del siglo XX. Su cámara fue testimonio, durante cinco décadas, de innumerables conflictos que le llevaron a recorrer más de un centenar de países, pero fue su cobertura de la guerra de Vietnam la que lo convirtió en una celebridad. Con su estudio de la cultura vietnamita y de las terribles consecuencias del conflicto en la población civil, que volcó en el libro Vietnam Inc (1971), conmocionó a la opinión pública estadounidense y le imprimió un giro hacia posiciones antibelicistas.

Él siempre atribuyó a sus sólidas raíces galesas esa identificación con los oprimidos, que, entre 1966 y 1971, plasmaba en un desgarrador y comprometido retrato de los estragos de la intervención militar en el país asiático. "Si alguien hubiera leído su libro en Washington, quizá no tendríamos las guerras de Irak y Bosnia", declaraba recientemente Noam Chomsky, en lo que se ha erigido un homenaje al trabajo de Jones Griffiths a raíz de su muerte, el pasado 18 de marzo a los 72 años.

Su pasión por la fotografía nació durante la adolescencia en su localidad natal de Rhuddlan (Gales), siempre con una cámara Kodak Brownie al hombro, pero decidió estudiar químicas en la Universidad de Liverpool. Su tanteo con el periodismo gráfico comenzó con un empleo a tiempo parcial en el periódico británico The Guardian, que en 1961 le procuraba el salto como periodista independiente a The Observer, medio para el que cubrió la guerra de Argelia un año más tarde. Colaboró con diversas publicaciones abarcando multitud de temas -del budismo en Camboya, a la sequía en la India o las bolsas de pobreza en Tejas-, aunque fue un retrato de Jackie Kennedy para la prensa rosa el que le procuró los fondos para financiar su proyecto en Vietnam, donde se sentía "como en casa".

El grueso de su carrera, con Estados Unidos como base profesional, está ligado a la prestigiosa agencia Magnum, que presidió entre 1980-85. El actual máximo responsable de Magnum, Stuart Franklin, subrayó "los principios morales que aportó al fotoperiodismo". Hace tres años, su trabajo fue objeto de una retrospectiva en EE UU bajo el título Cincuenta años en primera línea del frente. "Lo único que los fotógrafos desean más que la vida, que el sexo, que cualquier otra cosa, es resultar invisibles", dijo entonces.

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