Primer poblado de transición en A Coruña

Es un plan en el que lleva meses trabajando el Ayuntamiento de A Coruña para afrontar la obligada y peliaguda eliminación del o poblado chabolista de Penamoa, el mayor de Galicia y uno de los grandes mercados de drogas: cerca de la barriada con aspecto de inmenso vertedero, se erigirá en las próximas semanas un "poblado de transición" en el que las familias de etnia gitana que así lo deseen podrán instalarse de forma temporal y seguir un programa de inserción social que, una vez cumplido, les permitirá optar a las ayudas económicas para acceder a una vivienda permanente.

La fórmula, que...

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Es un plan en el que lleva meses trabajando el Ayuntamiento de A Coruña para afrontar la obligada y peliaguda eliminación del o poblado chabolista de Penamoa, el mayor de Galicia y uno de los grandes mercados de drogas: cerca de la barriada con aspecto de inmenso vertedero, se erigirá en las próximas semanas un "poblado de transición" en el que las familias de etnia gitana que así lo deseen podrán instalarse de forma temporal y seguir un programa de inserción social que, una vez cumplido, les permitirá optar a las ayudas económicas para acceder a una vivienda permanente.

La fórmula, que el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, hizo suya para aplicar en el conjunto de Galicia -con 3.000 personas que viven en chabolas- , consiste en crear un barrio configurado como un centro de formación. Se trata de trabajar con personas que ahora viven en la marginalidad para que se integren en la sociedad. Las familias de Penamoa que voluntariamente acepten su reinserción convivirán un tiempo delimitado con equipos educativos y sociales, bajo la vigilancia constante de la policía para evitar que esos "poblados de transición" sean tomados por la delincuencia. "Se trata de proporcionarles un lugar digno y protegido en el que puedan desarrollar un programa de reinserción social", explicó la concejal de Servicios Sociales, Silvia Longueira.

Sólo 15 familias de Penamoa, donde están censadas 99 chabolas con una media de cinco personas cada una, están predispuestas a entrar en este programa, un proceso obligatorio para luego optar a las ayudas oficiales para vivienda, sea un piso en la ciudad o un terreno en el que autoconstruyan su vivienda y lugar de trabajo, como en el caso de los que se dedican a la venta ambulante. "Es un plan abierto y pueden adherirse cualquier familia siempre y cuando cumpla unas condiciones", destacó Longueira tras exponer este plan al presidente del Pueblo Gitano en Galicia, Sinaí Giménez, y a un portavoz de Penamoa, Ramón Borja. Ambos saludaron con entusiasmo la iniciativa así como la intención de la Xunta de aplicar esta fórmula que ven eficaz para evitar la escalada de protestas en Pontevedra y A Coruña contra el realojo de gitanos.

"Es un plan firme, adecuado y realista para garantizar la paz social, prevenir focos de tensión, y garantizar el derecho constitucional del pueblo gitano a tener una vivienda", afirmó Giménez entre alabanzas a Quintana y al ayuntamiento coruñés. "Es hora de que los payos vean que no todos los gitanos son delicuentes", se felicitó Borja.

El alcalde de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, también saludó la iniciativa de Quintana, pero advirtió que no permitirá poblados de transición en su ciudad. Allí, una decena de colectivos sociales se manifestaron ayer en contra del "racismo latente" en solidaridad con el alcalde de Poio, Luciano Sobral, también del BNG, "el único político que, con sus errores, se preocupó por la solución humana del conflicto", informa Lara Varela. Al finalizar el acto, un grupo de personas de etnia gitana y partidarios de los realojos se enfrentaron verbalmente con dirigentes vecinales de Monte Porreiro.

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