Análisis:ELECCIONES 2008

Catdebat

Ayer por la noche tuvimos nuestro particular debate. Afortunadamente, tenemos un sistema político propio, notablemente más plural que el que predomina en España. Y ello confiere una riqueza y una variedad a la confrontación política que supera en mucho la asfixia que genera la pugna entre el yin y el yang en el que está sumida la escena política española.

El debate a cinco permitió contemplar un candidato de CiU, Duran, cercano a los populares en algunos temas como inmigración, seguridad (insistencia en drogas), educación y familia. No estoy nada seguro de que Artur Mas hubiera j...

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Ayer por la noche tuvimos nuestro particular debate. Afortunadamente, tenemos un sistema político propio, notablemente más plural que el que predomina en España. Y ello confiere una riqueza y una variedad a la confrontación política que supera en mucho la asfixia que genera la pugna entre el yin y el yang en el que está sumida la escena política española.

El debate a cinco permitió contemplar un candidato de CiU, Duran, cercano a los populares en algunos temas como inmigración, seguridad (insistencia en drogas), educación y familia. No estoy nada seguro de que Artur Mas hubiera jugado las mismas cartas que un Duran menos insistente en temas de diferenciación nacionalista que sus socios convergentes.

Por otro lado, la candidata del PP, Dolors Nadal, muy aislada, nos ofreció su cara más populista, tratando de acercarse a los potenciales votantes del cinturón metropolitano de Barcelona, con alusiones constantes a los problemas generados por los inmigrantes cuando se le pidió hablar de política social, vinculando constantemente inmigración e inseguridad, y tratando de jugar la carta de la segregación escolar por lengua materna como anzuelo para votantes despistados. Un precedente, sin duda, de la dura semana que nos espera con un Partido Popular jugando a la desesperada con los temas más sensibles para la convivencia en esta precrisis económica.

Chacón fue de menos a más, y resistió con tesón y sin perder los nervios los ataques derivados de su condición de representante del partido en el Gobierno y ministra. Su énfasis en advertir de que sólo hay dos grandes opciones posibles para presidir el Gobierno español tenía poco eco en un marco en el que todos defendían su capacidad de influir.

El candidato de Esquerra Republicana centró casi todo su discurso en la descapitalización de Cataluña y trató de competir con Duran en los temas de la pequeña empresa y la competitividad catalana. Quizás lo más sorprendente fue la habilidad de Joan Herrera para conseguir notables espacios de protagonismo, capitalizando su excelente rendimiento parlamentario en asuntos como la prioridad del transporte por cercanías o su insistencia en plantear el debate de fondo sobre el modelo de crecimiento del país y la insostenibilidad del que ahora prevalece.

Notable para el planteamiento periodístico de TV-3, que superó en mucho el rígido y pobre espectáculo del pasado lunes. Esperemos que, como dijo el propio Josep Cuní, el debate sirva para animar un electorado catalán poco movilizado.

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