"Hay que adaptarse a lo que venga"
A Miguel Ángel Burgos, las cinco horas de clase se le hacen más largas que ocho en el almacén de Delphi. A sus 43 años, este ex carretillero ha vuelto a los apuntes tras pasarse 19 dentro de la fábrica. "De algo nos servirán estos cursos. Nosotros sólo sabíamos de automoción y las empresas que van a venir no tienen nada que ver. Tenemos que adaptarnos a lo que venga".
Burgos, junto al resto de la antigua plantilla de Delphi, sigue el itinerario formativo propuesto por la Junta para facilitar su reinserción laboral. Ha superado ya los cursos de inglés técnico, de lectura de planos o de i...
A Miguel Ángel Burgos, las cinco horas de clase se le hacen más largas que ocho en el almacén de Delphi. A sus 43 años, este ex carretillero ha vuelto a los apuntes tras pasarse 19 dentro de la fábrica. "De algo nos servirán estos cursos. Nosotros sólo sabíamos de automoción y las empresas que van a venir no tienen nada que ver. Tenemos que adaptarnos a lo que venga".
Burgos, junto al resto de la antigua plantilla de Delphi, sigue el itinerario formativo propuesto por la Junta para facilitar su reinserción laboral. Ha superado ya los cursos de inglés técnico, de lectura de planos o de informática, y ahora asiste a un taller sobre energías renovables. "Ahora mismo estaba pasando unos apuntes a ordenador, no porque me lo exijan, sino porque así los tengo más claros", explica orgulloso.
Sólo aspira a seguir el ejemplo de su mujer, que acaba de encontrar trabajo: "Se quedó en paro dos meses antes de que anunciaran el cierre de Delphi, así que por la misma regla, a mí me toca encontrar un empleo dentro de dos meses". ¿Dónde? A Burgos le da igual: "No me importa, lo que quiero es trabajar".