"No descarto otros espacios para el Guggenheim"
Después de ocho años como secretaria de la ejecutiva nacional del PNV, Josune Ariztondo (Ondarroa, 1948) ha abandonado la política de partido para volver a ocupar un cargo público en las instituciones. Licenciada en Química y con un máster en gestión de recursos humanos, es desde el pasado 8 de enero diputada de Cultura de Vizcaya.
Pregunta. ¿Cómo ha vivido el cambio?
Respuesta. Bien. Creo que ha sido una etapa extraordinaria, en un momento en el que ya conocía las instituciones y había desarrollado mi profesión en el ámbito privado. He aprendido a tener más templan...
Después de ocho años como secretaria de la ejecutiva nacional del PNV, Josune Ariztondo (Ondarroa, 1948) ha abandonado la política de partido para volver a ocupar un cargo público en las instituciones. Licenciada en Química y con un máster en gestión de recursos humanos, es desde el pasado 8 de enero diputada de Cultura de Vizcaya.
Pregunta. ¿Cómo ha vivido el cambio?
Respuesta. Bien. Creo que ha sido una etapa extraordinaria, en un momento en el que ya conocía las instituciones y había desarrollado mi profesión en el ámbito privado. He aprendido a tener más templanza, a compartir y contrastar con otros 13 electos. Me da las pautas de arranque para afrontar de nuevo la política institucional. Yo he venido con mucha ilusión porque con los años que tengo sigo con ganas de aprender.
"El Guggenheim va a incorporar a una parte importante de artistas vascos"
"Las pérdidas en la Sociedad Tenedora son una diferencia contable"
"Entiendo la decisión de Mena de no continuar en la Sinfónica"
P. ¿Y que cree que va a aprender en este cargo?
R. A recuperar el tono y la tensión con los agentes sociales, que es diferente de como lo haces desde el seno de un partido, a coordinar un equipo de trabajo. Y a empastar mi estilo de trabajo con el suyo y el de las instituciones, que tienen su propio liderazgo.
P. ¿Cómo ha encontrado el mundo de la cultura?
R. Todavía me faltan encuentros, imprescindibles para empezar esta andadura de tres años y medio, pero más que los saludos protocolarios me interesa centrarme en el tema y prever los retos y los problemas.
P. ¿Qué cree prioritario?
R. He estado con el presidente de Euskaltzaindia, los directores del Guggenheim, el Bellas Artes y el Euskalduna, he estado en Santimamiñe, me he puesto en contacto con la directora del Museo Vasco,... Y he estado en varias ocasiones con Juanjo Mena [director de la Orquesta Sinfónica de Bilbao]. También con entidades deportivas, y poco más.
P. ¿Cuáles son los retos del Guggenheim?
R. Como en todos los museos, hay un fondo que debe completar. De lo que se ha expuesto de artistas vascos en el décimo aniversario se va a incorporar una parte importante [los doce artistas participantes en la exposición Chacun à son goût]. El museo sigue muy de cerca los talleres infantiles y la formación. Y mantenerse en el número de visitantes.
P. ¿Después de 10 años se puede hablar de transformar el Guggenheim?
R. Hay colecciones que se quieren exponer y requerirán modular un nuevo espacio. Yo no descarto la idea de pensar en otros espacios para el Guggenheim para que determinadas instalaciones se puedan ver en condiciones.
P. Frank O. Gehry se ha mostrado partidario de crear satélites del Guggenheim en otros puntos de la ciudad con ese fin.
R. La fórmula está muy abierta. La reflexión de Gehry es la idea de un artista que hay que ubicar en tiempo, espacio y presupuesto, pero está bien para mantener el movimiento.
P. Los seis millones de euros que perdió la Sociedad Tenedora del Guggenheim en la compra de dólares para pagar obras ha sido el asunto más llamativo de los últimos meses.
R. No voy a decir nada nuevo. Lo que sé es que hay una diferencia contable entre el Tribunal Vasco de Cuentas y el Guggenheim. No hay otra historia. De la misma manera que yo no contabilizaría los miles de millones de euros ganados por el Guggenheim al haber comprado obra en 1999 que ahora vale un potosí, no hay que hablar de despilfarros por una operación que fue recomendada y la más consevadora.
P. ¿No era conveniente, entonces, asegurar la operación?
R. No. Asegurarla impedía la operación de compra de divisas que se hizo. No son operaciones que podían ir juntas, eran incompatibles.
P. ¿Convendría reformar la personalidad jurídica de la Sociedad Tenedora [una sociedad limitada, integrada por Gobierno vasco y Diputación] para hacerla más transparente?
R. Creo que el seguimiento y control de los presupuestos públicos por el Parlamento y la Juntas Generales es suficiente. Su naturaleza jurídica da la agilidad necesaria para la compra de obras. Y eso conlleva riesgo.
P. ¿Habría que dotarle de una asesoría financiera que evitara nuevas pérdidas?
R. Pero asesoría más potente que la que ha tenido, no sé si se puede tener. Fue aprobada por asesores internacionales, que minimizan los riesgos, pero no te garantizan su ausencia.
P. La Orquesta Sinfónica de Bilbao se queda sin director.
R. Sí. Mena acaba su contrato en junio y ha decidido que se va. Entiendo su decisión. Es un hombre joven, que se siente en un extraordinario momento para planificar su futuro. Seguiremos hablando sobre él sobre el futuro de la orquesta.
P. ¿Qué perfil tendrá su sustituto?
R. Quiero contrastarlo con personas que saben más que yo.