Los vecinos del eje Prado-Recoletos opinarán otra vez sobre el proyecto

El pleno municipal logra la unanimidad para las últimas modificaciones

El proyecto del eje Prado-Recoletos consiguió ayer el respaldo unánime del pleno municipal y ahora se someterá a las aportaciones ciudadanas en un periodo de información pública. Antes, el Gobierno regional deberá dar el visto bueno ambiental.

La tramitación de las modificaciones de este plan, acordadas el pasado diciembre por el Ayuntamiento de Madrid con la Fundación Thyssen gracias a la mediación del Ministerio de Cultura, no requerían por reglamento de un nuevo paso por el pleno. Pero el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón (PP) consigue con esta jugada el aval de los otros dos grupos...

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El proyecto del eje Prado-Recoletos consiguió ayer el respaldo unánime del pleno municipal y ahora se someterá a las aportaciones ciudadanas en un periodo de información pública. Antes, el Gobierno regional deberá dar el visto bueno ambiental.

La tramitación de las modificaciones de este plan, acordadas el pasado diciembre por el Ayuntamiento de Madrid con la Fundación Thyssen gracias a la mediación del Ministerio de Cultura, no requerían por reglamento de un nuevo paso por el pleno. Pero el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón (PP) consigue con esta jugada el aval de los otros dos grupos municipales (PSOE e IU) para enfrentarse a la Comunidad de Madrid.

Y la unanimidad es un arma valiosa, pues se ha conseguido pocas veces en el pleno. Aunque ayer se hizo doblete, pues la hubo también para dar a una biblioteca del distrito de Latina el nombre del poeta recién fallecido Ángel González.

A cambio de su apoyo al proyecto Prado-Recoletos, la oposición ha conseguido que se cree una comisión de seguimiento, formada por los tres grupos, que supervisará las sugerencias de los ciudadanos. La otra novedad estriba en que ahora el proyecto, además de reducir el tráfico en el paseo del Prado (véase gráfico), también destina en la calle de Alfonso XII uno de los tres carriles por sentido para los autobuses.

Por una vez, los tres grupos no se echaron los trastos a la cabeza. La concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, hablaba de las bondades democráticas con las que se inició el proyecto. "Y con la misma calidad democrática nos toca concluirlo", agregó.

Desde las filas de IU, Ángel Pérez pedía que se reprodujera el "modelo sostenible" del proyecto en el resto de la ciudad. El portavoz socialista, David Lucas, llamó la atención al alcalde sobre la importancia del "aval" que recibía de los grupos, para que evite que su rivalidad con la presidenta regional, Esperanza Aguirre, afecte al proyecto. "Que nadie piense que ninguna diferencia política jamás va a afectar a los intereses de Madrid", contestó solemne Gallardón.

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