IV SEMANA DE LA MODA

Los tejidos de mezcla tecnológica imponen su variedad

Poner la parte tecnológica del tinglado en función de los diseñadores es un buen paso con lógica, sobre todo, de acuerdo a los difíciles tiempos que corren para la moda local y sus números reales. La pasarela valenciana se ha puesto las pilas. Las infraestructuras de un salón de este tipo son un elevado porcentaje de su éxito, aunque hay que tener en cuenta el material sobre el que se trabaja, los diseñadores, su capacidad creativa y de innovación.

La primera jornada discurrió tranquila y estuvo en liza otra vez el hecho de que hay una generación intermedia de diseñadores valencianos qu...

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Poner la parte tecnológica del tinglado en función de los diseñadores es un buen paso con lógica, sobre todo, de acuerdo a los difíciles tiempos que corren para la moda local y sus números reales. La pasarela valenciana se ha puesto las pilas. Las infraestructuras de un salón de este tipo son un elevado porcentaje de su éxito, aunque hay que tener en cuenta el material sobre el que se trabaja, los diseñadores, su capacidad creativa y de innovación.

La primera jornada discurrió tranquila y estuvo en liza otra vez el hecho de que hay una generación intermedia de diseñadores valencianos que hay que salvar: Alejandro Saenz de la Torre (Por fin!) y Noelia Navarro (Nona) saben muy bien lo que se traen entre patrones. El primero abrió con dos modelos de fuste: Arantxa Santamaría e Iván Sánchez, para una colección con resaltos, brocados florares y arabescos de aplicación, lanas combinadas, rayas al bies, o punto en resalto. Su cierre fue espectacular, con una serie de evocación medieval que recordaba la pintura prerrafaelita: terciopelos granate y azul noche, estampaciones en oro matizado donde elevaba su criterio de combinar lo aparentemente dispar, de la textura al color.

Siglo Cero y Theo Garrido aún están faltos de recorrido; en los primeros, con sus acolchados en cuadrícula y los flecos plastificados, se nota un cambio hacia la búsqueda de identidad y en el segundo, se advierten problemas severos de confección sobre los tejidos difíciles; su mérito estuvo en la opción de una lana príncipe de Gales trufada de lúrex y en los botones al hombro como fábulas de fantasía. Hay que dar una opción a su uso del dénim gris ratón junto al devoré al tono.

Noelia Navarro ha realizado un trabajo de mesa soberbio que luego dejó algunos fallos que opacaron un riguroso patronaje en la que es su mejor apuesta en años, del verde petróleo al rojo tomate pasando por el negro mate, las formas abollonadas y en bombé dan siluetas virtualmente antinaturales, pero muy en boga. El drapeado lateral y en diagonal se insertaba en la cadera como renovados paniers de costura francesa y el dibujo, la mano que decide, se hace presente en todas las soluciones de conjunto. Tras los bañadores de invierno de Dolores Cortés, cerró Hannibal Laguna con derroche controlado de su opulento estilo, su pasión por un lujo sensual que toca todas las variantes del vestir femenino.

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