CiU reclamará tras las elecciones generales "dirigir" la política económica española

Convergència i Unió (CiU) parece empeñada en vender la piel del oso antes de cazarlo. En 2004 la federación perdió cinco diputados, todavía falta más de un mes para las elecciones generales de marzo y tampoco el futuro se presenta muy halagüeño, a tenor de las encuestas. Pero el optimismo de Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida no decae y desde hace meses van pregonando la, a su juicio, decisiva influencia que tendrá CiU para la configuración de una mayoría parlamentaria. En palabras llanas lo dijo ayer Mas en Tallin (Estonia): tener la sartén por el mango. Si se cumplen sus vaticinios, los n...

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Convergència i Unió (CiU) parece empeñada en vender la piel del oso antes de cazarlo. En 2004 la federación perdió cinco diputados, todavía falta más de un mes para las elecciones generales de marzo y tampoco el futuro se presenta muy halagüeño, a tenor de las encuestas. Pero el optimismo de Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida no decae y desde hace meses van pregonando la, a su juicio, decisiva influencia que tendrá CiU para la configuración de una mayoría parlamentaria. En palabras llanas lo dijo ayer Mas en Tallin (Estonia): tener la sartén por el mango. Si se cumplen sus vaticinios, los nacionalistas pedirán dirigir la política económica del Gobierno. ¿Un ministerio para el democristiano Duran? En absoluto, vino a decir el convergente, se "puede influir" sin sentarse en el Consejo de Ministros.

A los nacionalistas catalanes únicamente les queda vivir de los recuerdos una vez despojados del poder en Cataluña y con escaso peso en Madrid. Quizá por este motivo no pierden la esperanza en que la fortuna les sonría el 9 de marzo. Artur Mas, que se encuentra de visita en Estonia -donde ayer se entrevistó con el primer ministro-, rememoró el apoyo que CiU prestó al Gobierno del socialista Felipe González para sustentar la política económica en época de recesión y así poder cumplir las duras condiciones de Maastricht. Ahora se trataría de repetir la experiencia tras las legislativas. "Tan importante es defender el eje nacional como dirigir, conducir o influir en la política económica", manifestó, para rechazar de este modo que CiU sólo se preocupe del incremento del autogobierno catalán.

Entre la "frivolidad" del PSOE y el "partidismo" del PP, sólo Convergència i Unió, señaló Mas, puede aplicar unas recetas que devuelvan la confianza a las empresas y a las familias españolas. "El catalanismo y CiU puede dar esta imagen de confianza para dirigir la política económica en los próximos tiempos porque aportamos seriedad, rigor, solidez y no populismo ni demagogia. Nuestras recetas no son especulativas", aseguró. Como si el catalanismo fuera la pócima milagrosa para todos los males.

Mas avanzó los trazos del programa económico de CiU, que propondrá una rebaja del impuesto de sociedades para las pequeñas y medianas empresas.

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