Crítica:CANCIÓN

Una gran noche

La del pasado viernes fue una gran noche para la canción. Para esa canción con mayúsculas pero sin estridencias, ni pavoneos. Para la canción directa y cercana, en la que la poesía se confunde con lo cotidiano y los sentimientos se anteponen a cualquier banalidad de las que abundan en el maltratado panorama musical actual. Y lo fue gracias a Joan Isaac.

El cantautor, uno de nuestros históricos todavía, por suerte en activo, regresaba tras un periodo de silencio causado por una afección cardiaca. Y lo hacía con un nuevo (y magnífico) disco bajo el brazo y una producción escénica de altos...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La del pasado viernes fue una gran noche para la canción. Para esa canción con mayúsculas pero sin estridencias, ni pavoneos. Para la canción directa y cercana, en la que la poesía se confunde con lo cotidiano y los sentimientos se anteponen a cualquier banalidad de las que abundan en el maltratado panorama musical actual. Y lo fue gracias a Joan Isaac.

El cantautor, uno de nuestros históricos todavía, por suerte en activo, regresaba tras un periodo de silencio causado por una afección cardiaca. Y lo hacía con un nuevo (y magnífico) disco bajo el brazo y una producción escénica de altos vuelos.

Isaac reapareció con los ánimos renovados, desbordaba energía, y su sonrisa entre tímida y asustadiza le acercaba aún mucho más a un público tremendamente caluroso. Planeó el concierto sin concesiones, centrándose en las canciones de su último disco y recuperando algunas del anterior. Rindió su personal y entrañable homenaje a Lluís Llach, Charles Aznavour y Joan Manuel Serrat. De este último ofreció una intimista y sentida versión de La tieta que arrancó una de las grandes ovaciones de la velada.

Joan Isaac

BarnaSants. Auditori, Barcelona, 18 de enero.

Rodeado por un grupo de músicos de gran categoría, Isaac se mostró tranquilo y comunicativo. Se paseó con soltura por los mil recovecos de cada canción. En la tanda de bises, invitó al cantautor vasco y ex parlamentario europeo Gorka Knörr a compartir su eterna A Margalida, esta vez cantada en catalán y euskera. Un concierto redondo, intenso y cargado de momentos muy bellos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En