Un preso de Picassent trata de fugarse con un pincho
El recluso lesiona a tres funcionarios y a otro interno
Un preso protagonizó ayer un intento desesperado de fuga en la cárcel de Picassent. El interno, recluido en la unidad de preventivos, sorprendió al funcionario encargado de vigilar el reparto de comida colocándole un pincho en el cuello y le conminó a abrir la puerta de la sala. Siempre según la versión del sindicato Acaip, el funcionario logró zafarse con la ayuda de otro interno, que resultó herido. El recluso emprendió entonces una huida por el interior del establecimiento penitenciario, consiguiendo alcanzar un módulo vecino, donde fue reducido por el personal de seguridad. Tres funcionari...
Un preso protagonizó ayer un intento desesperado de fuga en la cárcel de Picassent. El interno, recluido en la unidad de preventivos, sorprendió al funcionario encargado de vigilar el reparto de comida colocándole un pincho en el cuello y le conminó a abrir la puerta de la sala. Siempre según la versión del sindicato Acaip, el funcionario logró zafarse con la ayuda de otro interno, que resultó herido. El recluso emprendió entonces una huida por el interior del establecimiento penitenciario, consiguiendo alcanzar un módulo vecino, donde fue reducido por el personal de seguridad. Tres funcionarios sufrieron lesiones durante el forcejeo, además de quedar "muy afectados psicológicamente", afirmó Acaip.
El sindicato de funcionarios de instituciones penitenciarias señaló que el arma blanca fue fabricada con toda probabilidad en el taller de abrazaderas. Un lugar que carece de "las mínimas medidas de seguridad" y de donde ya habrían salido varios pinchos. El módulo 24, el escenario del intento de fuga, albergaba ayer a 137 presos custodiados por sólo dos funcionarios, "incapaces de controlar todo lo que allí sucede", subrayo Acaip.
Hace un mes y medio el centro penitenciario vivió otra jornada de máxima tensión cuando cuatro reclusos del módulo de presos conflictivos mantuvieron secuestrados durante 12 horas a tres celadores. El Gobierno movilizó a una unidad de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, especializada en tomas de asalto y liberación de rehenes, pero su intervención no fue necesaria. Los tres funcionarios fueron liberados tras una negociación en la que participó como mediador un preso conocido como El Pelao.
El sindicato consideró que ambos incidentes probarían que los internos "están crecidos" ante "la falta de criterio que gobierna el centro".