Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL

Externalización

En los últimos tiempos han surgido múltiples voces en contra de la externalización de servicios por parte de las empresas. Algunos temen por la exportación de puestos de trabajo a países más pobres, mientras que otros ven en esta práctica una nueva forma de contener salarios haciendo más precario el trabajo formal. En consecuencia, está creciendo la presión para regular y limitar la subcontratación de trabajadores o la externalización de servicios.

La regulación de estos procesos debe ser muy cuidadosa, ya que las pequeñas empresas necesitan vincularse a las grandes y medianas, como pro...

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En los últimos tiempos han surgido múltiples voces en contra de la externalización de servicios por parte de las empresas. Algunos temen por la exportación de puestos de trabajo a países más pobres, mientras que otros ven en esta práctica una nueva forma de contener salarios haciendo más precario el trabajo formal. En consecuencia, está creciendo la presión para regular y limitar la subcontratación de trabajadores o la externalización de servicios.

La regulación de estos procesos debe ser muy cuidadosa, ya que las pequeñas empresas necesitan vincularse a las grandes y medianas, como proveedores de insumos o de servicios, para crecer y prosperar. Es más, las grandes empresas reconocen que ellas no pueden hacerlo todo bien y que proveedores externos especializados son fundamentales para competir globalmente, ayudándolas a concentrarse en la explotación de sus ventajas competitivas. Por otra parte, empresas medianas que están comenzando necesitan la subcontratación para despegar, puesto que reduce las necesidades de capital y optimiza el uso de recursos, mientras alcanzan un volumen de operaciones que justifique la integración de algunos servicios.

La externalización tiene muchas caras. Restringirla en demasía puede destruir la competitividad y ahogar el desarrollo de las pymes

La novedad de las últimas décadas es que lo que antes era un proceso que se limitaba exclusivamente a la esfera local y nacional, ahora se está dando a nivel global, aprovechando los grandes avances en comunicaciones, transporte y logística, así como la integración de países de bajo costo a la economía mundial.

Es muy importante que los intentos por regular estos procesos para evitar abusos y reducir la precarización del trabajo no ahoguen el desarrollo de tantos pequeños empresarios que están buscando nichos de especialización para prosperar de la mano de las empresas medianas y grandes, que cada vez más están encontrando en ellos a aliados indispensables para permanecer competitivos en la economía global.

La externalización tiene muchas caras. Restringirla en demasía puede destruir la competitividad y ahogar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.

Joaquín Vial es economista jefe de la unidad de Tendencias Globales del Servicio de Estudios de BBVA.

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