Una riña familiar en Nochevieja acaba en un parricidio en Sevilla

El supuesto homicida admitió ante la policía que había apuñalado a su padre

El 2008 comenzó de forma inimaginable para una familia de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Antonio D. G., de 57 años, profesor, murió desangrado en su domicilio poco después de las cinco de la madrugada, tras ser apuñalado en varias ocasiones. El supuesto autor de la agresión fue su propio hijo, A. D. P., de 27, que se confesó autor del crimen ante los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que acudieron a la vivienda familiar, tras recibir el aviso del servicio de emergencias 112.

La víctima, aquejada de "ciertos problemas mentales", según fuentes policiales, salió al jardín de su casa al...

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El 2008 comenzó de forma inimaginable para una familia de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Antonio D. G., de 57 años, profesor, murió desangrado en su domicilio poco después de las cinco de la madrugada, tras ser apuñalado en varias ocasiones. El supuesto autor de la agresión fue su propio hijo, A. D. P., de 27, que se confesó autor del crimen ante los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que acudieron a la vivienda familiar, tras recibir el aviso del servicio de emergencias 112.

La víctima, aquejada de "ciertos problemas mentales", según fuentes policiales, salió al jardín de su casa alrededor de las 5.00 de la madrugada con una escopeta. Irritado por el ruido de los petardos y cohetes que estallaban en la calle para festejar el día de Año Nuevo, el hombre decidió intimidar al grupo de ruidosos disparando en varias ocasiones el aire desde el exterior de su chalé de la urbanización Pinares de Oromana.

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Esta reacción violenta desencadenó a su vez una protesta airada de su hijo, que le afeó la conducta. La riña familiar derivó en un forcejeo y, finalmente, en el apuñalamiento de Antonio D. G. Según las mismas fuentes policiales, el hijo le asestó varias puñaladas a su padre, una de ellas de carácter mortal al afectarle al corazón. El servicio de emergencias 112 recibió la llamada de auxilio sobre las 5.20, que a su vez alertó a la comisaría de lo ocurrido.

Cuando la policía llegó a la vivienda, el supuesto parricida estaba llorando y relató a los agentes el suceso. A. D. P. fue detenido en ese momento y conducido a las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en Alcalá de Guadaíra, donde permaneció durante la jornada de ayer. Previsiblemente pasará hoy a disposición judicial. El juzgado que se hizo cargo del caso decretó el secreto de las diligencias.

Algunos vecinos corroboraron ayer que la víctima sufría una depresión, pero también describieron a la familia como "normal" y "muy conocida" en Alcalá, una localidad de 65.000 habitantes ubicada a 16 kilómetros de Sevilla. "Nunca dieron ningún escándalo", manifestó un vecino de la calle Pino Marítimo donde ocurrió el suceso, informa Europa Press. El supuesto parricida había viajado desde Barcelona, donde residía, hasta la población sevillana para pasar las fiestas navideñas con su familia.

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"Nos deja a todos descolocados", dijo la concejal de Relaciones Institucionales de Alcalá de Guadaíra, Guillermina Navarro, a Europa Press en alusión al crimen. "La familia era muy querida y conocida", agregó. El Ayuntamiento ha convocado a los portavoces municipales a una reunión extraordinaria para hoy con motivo del suceso.

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