Entrevista:XOSÉ CLEMENTE LÓPEZ OROZCO | Alcalde de Lugo

"Soy un objetivo personal y político para el BNG"

Transcurridos seis meses de gobierno en minoría, el alcalde de Lugo, el socialista Xosé Clemente López Orozco (Foz, 1947), no se siente incómodo. Asegura que fue lo que quisieron los lucenses y acusa al BNG de evitar el entendimiento para un gobierno de coalición. Orozco se considera el centro de una campaña de "acoso y derribo" por parte del Bloque, al que recomienda "un psicólogo".

Pregunta. ¿Cómo ha discurrido este medio año de gobierno en minoría?

Respuesta. Con mucho trabajo y la misma ilusión. Los lucenses quisieron esta situación y hay que respetarla, pero no...

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Transcurridos seis meses de gobierno en minoría, el alcalde de Lugo, el socialista Xosé Clemente López Orozco (Foz, 1947), no se siente incómodo. Asegura que fue lo que quisieron los lucenses y acusa al BNG de evitar el entendimiento para un gobierno de coalición. Orozco se considera el centro de una campaña de "acoso y derribo" por parte del Bloque, al que recomienda "un psicólogo".

Pregunta. ¿Cómo ha discurrido este medio año de gobierno en minoría?

Respuesta. Con mucho trabajo y la misma ilusión. Los lucenses quisieron esta situación y hay que respetarla, pero no es más que una nueva forma de gobernar que, en momentos puntuales, obliga a llegar a acuerdos. En unos casos llegaron a acuerdos, legítima y democráticamente, los integrantes de la oposición y, por lo tanto, nadie puede criticar al alcalde cuando llega a un entendimiento con alguien concreto. En política eso es legítimo y propio de partidos maduros y democráticos.

"Los insultos y chascarrillos del BNG son constantes. Pero van dados"
"Les recomendaría un psicólogo que les quitara esa fijación"
"Hay diferencias con el PP, pero hay casos en que podemos entendernos"
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P. ¿Cómo está resultando la experiencia?

R. Para mí, extraordinaria por varios motivos: La ciudad no está perdiendo tiempo ni vitalidad y luego, en el apartado personal, está resultando una gran experiencia. Goberné con mayoría en coalición, lo hice con mayoría propia y ahora lo tengo que hacer teniendo en cuenta los adversarios políticos, que también representan a la ciudad.

P. Hablando de adversarios, ¿se siente un objetivo para PP y BNG?

R. Sin lugar a dudas. Sobre todo para el BNG. Para el Bloque soy un objetivo personal y político, y siempre me di cuenta. Sus insultos y chascarrillos con Orozco son constantes. Van al desgaste personal y también al político. Pero ya les puedo anunciar que van dados, porque no conocen mi fortaleza personal y política. También deberían saber que hay un principio sociológico, que es que cuando un miembro de una comunidad es atacado, tal y como hace el BNG, lo que está procurando es la unión de esa comunidad, que, en este caso, es el grupo municipal, que está con una gran cohesión interna y trabajando en un equipo común. En cambio, el PP hace lo que tiene que hacer un partido en la oposición ante un gobierno en minoría: unas veces a favor y otras en contra, según convenga a sus intereses. Pero tengo que decirlo, también lo hace en ocasiones en función de los intereses de la ciudad. Hace poco pactamos los presupuestos y quien ganó con el pacto no fue ni el PP ni el PSOE, fue el conjunto de la ciudad.

P. Echando la vista atrás, ¿por qué fracasó el pacto y fue imposible retomar las negociaciones?

R. Porque nunca quiso el BNG. Desde el primer día tenían muy claro que había que ir a por Orozco. Dicho de otra forma, acoso y derribo con persecución personal y política, sin darse cuenta que así no conseguirán nada. Está tan claro que no quisieron como que nuestra oferta en el último momento no pudo ser más generosa. Les dimos, pese a tener tan sólo 4 concejales frente a 12, el 50% del gobierno. Así lo hicimos constar en un punto donde se decía que todo cuanto fuera a la comisión de gobierno tendría que ser consensuado por las dos fuerzas políticas. Eso, aun teniendo nosotros la mayoría, es dar el 50% del gobierno. Pues ni con ésas, porque lo que pretenden es la persecución personal del alcalde; sin embargo, resulta que me están haciendo grande repitiendo tantas veces mi apellido. Tienen una fijación y eso es un problema psicológico. Por lo tanto, yo les recomendaría que fueran a un psicólogo para que les quitara esa fijación y se pongan a pensar en la ciudad.

P. Con esta situación, retomar las negociaciones parece algo complicado.

R. Sí es complicado, pero no me niego. Hacer política es compartir y saber que no se tiene la verdad absoluta. Pero hay que ser humilde y, a partir de ahí, sin condicionamientos, se puede llegar a acuerdos. ¡Cómo no!

P. Hasta ahora parece que se entiende mejor con el PP.

R. Para algunas cuestiones sí y para otras no. Las diferencias entre PP y PSOE son muy grandes, pero hay situaciones puntuales donde es posible el entendimiento, tal y como acabamos de demostrar para aprobar los presupuestos. Conste que el acuerdo al que se llegó con el PP también se le ofreció al BNG, pero fueron ellos los que se apartaron, porque desconocen los presupuestos y porque sus propuestas no había por donde cogerlas.

P. ¿Sería más fácil pactar con un parte del BNG que con otra?

R. Lo desconozco. Sí que puedo decir que quise hacer un líder de alguien que no quiso. Eso sí que lo tengo muy claro.

P. ¿Para cuándo el plan general de urbanismo?

R. Espero que más pronto que tarde, pero no me atrevo a decir una fecha. Espero que se apruebe provisionalmente y que vaya trillado y estudiado para que no exista ningún problema.

P. Pero las previsiones de plazos se han rebasado.

R. Sí que es verdad, pero sin culpables. Las cuestiones urbanísticas son complicadas. No se trata sólo de cambiar una calle o un polígono, sino que surgen toda una serie de condicionantes que hay que tener en cuenta. Es muy fácil hablarlo, pero luego es muy complicado cumplir la Ley del Suelo de Galicia. Hay que ser serios para llegar a un buen plan la ciudad, aunque, como siempre, Orozco tenga la culpa.

P. Parece difícil lograr un plan de consenso.

R. Tengo la impresión de que, por parte del BNG, no se quiere ese entendimiento.

P. También está pendiente el nuevo puente, con polémica incluida por el enlace con la ciudad que contempla Fomento.

R. Las obras públicas llevan su tiempo. Hay que pasar varias fases hasta llegar a la de licitación en la que nos encontramos ahora, por lo que estoy muy feliz. Es cierto que se discute el trazado, pero ya veremos lo que dicen los técnicos en los que confío plenamente.

P. En el último pleno se encontró con representantes vecinales tapados con mascarillas para denunciar que están amordazados. ¿Fue algo especialmente incómodo?

R. Nada, nada. Me hizo gracia ver entrar a unos hombres tapados con mascarillas, por eso les pregunté, con humor, si tenían algún problema respiratorio. También me hizo gracia ver cómo el directivo total estaba escondido al fondo y sólo apareció en la televisión para llamarle dictador a Orozco. Pero es algo normal que va en mi sueldo. Aún así me pregunto: ¿eso hace más grande la ciudad?

P. ¿Sigue con la idea de que una parte del movimiento vecinal está politizada?

R. Está totalmente politizada una parte importante de ese movimiento. Sólo tienen un interés político y nada más. ¿No se acuerdan de que se quisieron presentar a las elecciones? En lo de la politización que no le quede ninguna duda a nadie. Cuando se acercan procesos electorales todo esto es normal.

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