La revolución digital del cine deja obsoleta la política institucional
Arrancan en el Muvim las jornadas sobre el futuro del audiovisual del Ivac
La revolución que supone el soporte digital está en boca de todo el mundo audiovisual como una realidad palpable y un futuro incuestionable. Sin embargo, muchas instituciones españolas encargadas de la promoción del cine persisten en sus comportamientos "obsoletos" o "desfasados", según manifestó ayer la productora y distribuidora Mariel Guiot en el arranque de las Jornadas Internacionales sobre el Audiovisual Contemporáneo en el Muvim.
La Comunidad de Madrid, por ejemplo, concede subvenciones de 7.000 euros a cortos documentales si se entrega una copia en el soporte tradicional de 35 m...
La revolución que supone el soporte digital está en boca de todo el mundo audiovisual como una realidad palpable y un futuro incuestionable. Sin embargo, muchas instituciones españolas encargadas de la promoción del cine persisten en sus comportamientos "obsoletos" o "desfasados", según manifestó ayer la productora y distribuidora Mariel Guiot en el arranque de las Jornadas Internacionales sobre el Audiovisual Contemporáneo en el Muvim.
La Comunidad de Madrid, por ejemplo, concede subvenciones de 7.000 euros a cortos documentales si se entrega una copia en el soporte tradicional de 35 milímetros, cuando buena parte de los trabajos están hechos en digital y pasarlos a 35 cuesta en torno a esa cantidad. "Es absurdo", apostilló Guiot. El Instituto de Cinematografías y de las Artes Visuales (ICAA) concede ayudas a la conservación de negativos, sin contemplar el soporte digital, que no tiene negativos y, por tanto, debería acarrear con nuevos costes para aspirar a ellas. Tampoco la web del ICAA refleja "los grandes cambios" que vive el sector. "Está desfasado", añadió la también guionista. No hay ningún informe sobre la cuestión, al contrario que el organismo homólogo en Francia, señaló.
Guiot, que ve avances sobre la materia en la nueva ley del cine, consideró excesivos los "150 largometrajes" que se produjeron en España en 2006 para una cuota de pantalla del 15%. Y mostró cómo el coste del digital abarata de forma notable la producción cinematográfica. Falta por ver si las "superestructuras económicas" permitirán que la "eventual democratización y libertad" de las formas de hacer cine "acarreen una diversificación de los contenidos".
La encrucijada en que se encuentra el audiovisual por la pérdida de espectadores en las salas convencionales y filmotecas a causa de esas nuevas formas de ver (DVD, Internet...) centraron las intervenciones iniciales de Carlos Losilla y José Antonio Hurtado, directores de las jornadas organizadas por el Instituto Valenciano de la Cinematografía y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales.
Losilla planteó diversas cuestiones sobre los retos del audiovisual. ¿Por qué el cine español se empeña en "el gigantismo" cuando la opción digital permite un cine más ligero y directo? ¿Por qué no se estudia cine en Secundaria o Primaria como se estudia música? ¿Cómo afrontar el reto si el espectador sólo cuenta con formación televisiva? ¿Suplantarán los DVD a las filmotecas en la visión del cine histórico?
Salvador Agustín, antiguo responsable de programas de TVE, mantuvo que "no existen respuestas claras ante la crisis" y apostó por iniciativas como "buscar nichos de mercado más selectos y globales" o adelantar los estrenos de películas en televisión. Los problemas de la distribución ante la posición de poder de las majors estadounidenses fue uno de los temas debatidos ayer por la tarde en las jornadas que concluyen el viernes.