Crítica:

Estética de la supervivencia

Una concisa imagen de este segundo largometraje de ficción de Gerardo Olivares parece sintetizar a la vez su fuerza y sus debilidades: dos pies se sostienen sobre sendas botellas de agua aplastadas, sandalias de urgencia para recorrer el durísimo camino de la supervivencia, serpenteante sendero hacia un paraíso que probablemente no sea tal. Es una imagen que parece sacada de la desoladora iconografía de La sequía, angustia novela apocalíptica de J. G. Ballard: al contrario que el escritor británico, Olivares crea desde la convicción de que la luz de la humanidad pervive al final del tún...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una concisa imagen de este segundo largometraje de ficción de Gerardo Olivares parece sintetizar a la vez su fuerza y sus debilidades: dos pies se sostienen sobre sendas botellas de agua aplastadas, sandalias de urgencia para recorrer el durísimo camino de la supervivencia, serpenteante sendero hacia un paraíso que probablemente no sea tal. Es una imagen que parece sacada de la desoladora iconografía de La sequía, angustia novela apocalíptica de J. G. Ballard: al contrario que el escritor británico, Olivares crea desde la convicción de que la luz de la humanidad pervive al final del túnel.

En 14 KM, la imagen es una condensación de sentido, pero, también, la punta del iceberg contra el que se estrellan las buenas intenciones del proyecto: Olivares evita muchos de los peligros del último cine solidario (no es tremendista, su mirada huye del paternalismo y modera, aunque no extirpa, lo maniqueo), pero le pierde una mirada que sucumbe al esteticismo y que sublima algunas realidades durísimas casi en forma de bella estampa poética.

14 KM

Dirección: Gerardo Olivares.

Intérpretes: Illiassou Alzouma, Adoum Moussa, Aminata Kanta.

Género: Drama. España, 2007.

Duración: 95 minutos.

14 KM, moviéndose en ese delicado territorio entre la construcción y los materiales de la no ficción, descifra el vía crucis previo al ingreso en el cayuco: un viaje a través de la nada, puntuado por la explotación inclemente y aliviado por la arbitraria bondad de los extraños. Olivares domina el pulso narrativo y sabe colocar sus elipsis: su triunfo en la Seminci se explica mucho más allá del mensaje, aunque la forma le juegue a ese mensaje alguna mala pasada.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En