"No seré el hombre de Touriño al frente de la Federación de Municipios"

La mañana siguiente a ser elegido presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) es para Carlos Fernández, (Santiago, 1956) una sucesión interminable de felicitaciones y llamadas. Entre las últimas recibidas en la alcaldía de Ames, una del presidente de la Xunta le confirma que el lunes (hoy) le recibe en el Parlamento. Pese a la rápida respuesta del jefe del Ejecutivo, Fernández niega ser "el hombre de Touriño en la Fegamp" y tiende la mano al Bloque para "restañar heridas y mirar adelante en pro del municipalismo". Para su antecesor, Xosé Crespo, del PP, sólo tiene el...

La mañana siguiente a ser elegido presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) es para Carlos Fernández, (Santiago, 1956) una sucesión interminable de felicitaciones y llamadas. Entre las últimas recibidas en la alcaldía de Ames, una del presidente de la Xunta le confirma que el lunes (hoy) le recibe en el Parlamento. Pese a la rápida respuesta del jefe del Ejecutivo, Fernández niega ser "el hombre de Touriño en la Fegamp" y tiende la mano al Bloque para "restañar heridas y mirar adelante en pro del municipalismo". Para su antecesor, Xosé Crespo, del PP, sólo tiene elogios.

Pregunta. Llega usted al cargo con polémica. El Bloque acusa al PSOE de romper un pacto.

"Tiendo la mano al BNG para restañar heridas y hablar de municipalismo"

"No será una Fegamp menos beligerante; la Xunta debe aportar financiación"

"Vicepresidencia debe cogestionar las galescolas con los alcaldes"

Respuesta. No es exactamente así. Había un prepacto entre el BNG y el Partido Socialista para impulsar una presidencia rotatoria de las tres fuerzas políticas mayoritarias. Era un preacuerdo entre las dos fuerzas, pero debía hacerse extensivo al otro gran partido, que es la segunda fuerza a nivel municipal, el PP. Como fue imposible el acuerdo con el PP, no se implantó ese criterio que ambas formaciones teníamos.

P. ¿Cómo explican que el pacto hubiese sido posible con el PP y que sin este partido no haya acuerdo entre PSdeG y Bloque?

R. Lo explican las matemáticas y nuestra intención de que la vida de la Fegamp siga con la coherencia de los últimos años. No podíamos excluir al Partido Popular, era un riesgo inasumible para la federación porque ha costado mucho que en Galicia haya una sola federación que aglutina a 315 ayuntamientos. El PP no podía quedar fuera.

P. ¿Quienes sí amenazan con marcharse son los independientes? ¿Cree que lo harán?

R. No lo creo. No son un grupo unívoco, son sensibilidades muy distintas. Trataré de incluir a alguno en los órganos de gobierno, si hay una fórmula. Aunque no son muchos, son voces que interesa escuchar.

P. ¿Cuál es su principal objetivo al frente de la institución? ¿Qué necesidades urgentes tienen los ayuntamientos?

R. Lo que nos marca la hoja de ruta es el desarrollo del Pacto Local. Una vez se ha firmado, y ha sido un hito histórico, lo que queda es ir cumpliéndolo, lograr financiación más contundente y clara para los ayuntamientos. Hay un objetivo más urgente: tiendo la mano a los tres grupos para restañar heridas y para recuperar el consenso en la Fegamp, sabiendo que las discrepancias que se produjeron no fueron de fondo, ni sobre la concepción del municipalismo. Tenemos ideas similares y podemos llegar a acuerdos. Las diferencias son de enfoque de la asamblea, y por importantes que sean, son instrumentales. Pasado el congreso debemos volver a la normalidad. Sucede igual en los partidos políticos.

P. ¿Es un llamada al Bloque?

R. Sí y al resto de fuerzas. Debemos volver al consenso y desde ahí perfilar las políticas de futuro en defensa del municipalismo, que debe ser nuestro principal objetivo. Las discrepancias sobre rotaciones son de segunda división, hay que centrarse en lo importante. Sé que los alcaldes del BNG serán coherentes y trabajarán codo con codo como hicieron hasta ahora.

P. Ya ha conseguido que le reciba hoy el presidente de la Xunta. ¿Cree que mejorará la relación de la Fegamp y la Xunta?

R. Es pronto para saberlo, pero creo que lo lógico es que la primera reunión institucional del presidente de la Fegamp sea con el presidente de la Xunta. Y las relaciones entre la federación y el Gobierno gallego no fueron malas. Mi antecesor, Xosé Crespo, reconoció una buena sintonía con esta Xunta y la anterior, si bien admitió que todo se ralentizó con las municipales.

P. ¿Qué reivindicaciones planteará a Touriño?

R. Me corresponde informarle de los acuerdos de la asamblea. Y le plantearé la necesidad de que concretemos medidas reales del Pacto Local. Los municipios asumimos gastos que no nos corresponden por competencias que no son nuestras. Hay que resolver todo eso cuanto antes y la financiación de los ayuntamientos a la que se refirió Touriño el jueves debe ser abordada con rapidez.

P. ¿Garantiza un presidente socialista una Fegamp menos beligerante con el bipartito?

R. En absoluto. Entre los asuntos que los alcaldes plantean, bastantes tienen que ver con el bipartito. Tal vez garantice una presidencia más próxima, pero no menos beligerante. Defiendo al municipalismo.

P. Su antecesor en el cargo ha acusado a la Xunta de ignorar a los alcaldes en asuntos como el Plan de Reequilibrio Territorial, la Ley de Protección del Litoral o las directrices de la ordenación del territorio. ¿Deben contar los ayuntamientos?

R. Por supuesto, nos deben tener en cuenta porque así lo dice la legislación y porque somos interlocutores cualificados. Si no se hace, sabré denunciarlo.

P. ¿Va a ser el hombre del presidente de la Xunta?

R. No, no seré el hombre de Touriño al frente de la Fegamp. Defenderé los intereses del municipalismo. Eso haré.

P. Crespo censuró el interés de Vicepresidencia por monopolizar las galescolas y reclamó la cogestión de las guarderías.

R. Muchos alcaldes han hecho ver una y mil veces que se sienten maltratados después de los acuerdos que alcanzaron con Vicepresidencia.

P. ¿Alcaldes de todas los colores? ¿También del Bloque?

R. No diré que todos, pero son muchos. Los ayuntamientos deben participar en la gestión de las galescolas y convendría modificar la relación con Vicepresidencia. En mi ayuntamiento, por ejemplo, estamos pendientes de la construcción de una galescola y tenemos además dos guarderías infantiles. Aceptamos la construcción de una galescola y nos negamos a que las otras vayan a ese sistema. Antes, se nos debe decir qué pasará con el personal que tenemos, con los gastos de mantenimiento y en qué condiciones entregamos dos escuelas, que ya están funcionando, al Consorcio de Vicepresidencia. Queda mucho por perfilar y por eso nos movemos en el escepticismo.

P. ¿Ve actitudes similares en los departamentos de la Xunta gobernados por socialistas?

R. Sí. Me han trasladado los alcaldes que deberíamos normalizar relaciones con todas las consellerías, sean del color que sean. Pero la más unánime ha sido las referida al Consorcio de Servicios Sociais e Benestar.

P. ¿Cómo valora la presidencia del alcalde de Lalín?

R. Le felicité en público y lo reitero. En la asamblea, Xosé Crespo fue casi ovacionado, un aplauso de aceptación, porque su gestión fue buena, muy digna. Aunque sólo hubiera hecho el Pacto Local, justificaría su mandato e hizo mucho más. Valoro además el traspaso de poderes que ha hecho.

P. Ha explicado las reivindicaciones de los alcales, pero ¿Y sus obligaciones? ¿Qué debe cambiar en la gestión municipal?

R. No debemos eludir la corresponsabilidad fiscal. Somos muchos los ayuntamientos que a la hora de prestar servicios, lo hacemos, sin atrevernos a cobrárselos a los ciudadanos. Y eso desequilibra la balanza de ingresos y gastos. Hay que decirle a los ciudadanos que los servicios tienen un coste. Si no se paga, detraemos recursos que estaban destinados a otras finalidades. No podemos exigir a otras instituciones si no nos responsabilizamos de cobrar los servicios a los ciudadanos.