El bloque de derecha de Rasmussen gana las elecciones en Dinamarca

Según los sondeos a boca de urna, la diferencia entre la derecha y la oposición se mantiene en dos escaños

El bloque de derecha del primer ministro de Dinamarca, el liberal Anders Fogh Rasmussen, ha ganado hoy las elecciones en Dinamarca aunque se mantiene la incertidumbre sobre los apoyos necesarios para revalidar su mayoría absoluta.

Rasmussen no ha esperado al final del recuento para proclamarse vencedor, al igual que la líder de la oposición de izquierda, Helle Thorning-Schmidt, que ha asumido su derrota sin paliativos. "Prometí que ganaría a Anders Fogh Rasmussen. No ha sido así", ha lamentado ante los apenados partidarios del Partido Socialdemócrata.

La coalición de Gobierno d...

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El bloque de derecha del primer ministro de Dinamarca, el liberal Anders Fogh Rasmussen, ha ganado hoy las elecciones en Dinamarca aunque se mantiene la incertidumbre sobre los apoyos necesarios para revalidar su mayoría absoluta.

Rasmussen no ha esperado al final del recuento para proclamarse vencedor, al igual que la líder de la oposición de izquierda, Helle Thorning-Schmidt, que ha asumido su derrota sin paliativos. "Prometí que ganaría a Anders Fogh Rasmussen. No ha sido así", ha lamentado ante los apenados partidarios del Partido Socialdemócrata.

La coalición de Gobierno de liberales y conservadores, con el apoyo externo del ultraderechista Partido Popular Danés, roza el 50% de los votos y los 90 escaños necesarios para controlar el Parlamento, escrutado el 80% de los votos, aunque podría alcanzar esa cifra con el posible escaño del feroés Bloque Popular, su aliado en este territorio autónomo danés.

Groenlandia y las Islas Feroe se reparten 4 escaños a partes iguales, que se contabilizan más tarde, aunque los pronósticos apuntan a que ganarán 3 partidos que apoyan a la izquierda y otro a la derecha. De este modo, Rasmussen no necesitaría del apoyo del centrista Nueva Alianza, un partido creado hace apenas seis meses en torno a la figura del popular político de origen sirio Naser Khader y que ha centrado la atención durante toda la campaña, ante la posibilidad de que se convirtiera en el "árbitro" de la política danesa.

La oposición no ha convencido al electorado de la necesidad del cambio en un país que atraviesa una época de bonanza económica y ha alcanzado cifras récord en descenso del paro. Al Partido Socialdemócrata le ha salido además un duro competidor por la izquierda, el Partido Socialista Popular, que se colocaría como cuarta fuerza política del Parlamento con algo más del 13% de los votos, el doble que hace dos años.

El otro triunfador de los comicios sería el ultraderechista Partido Popular Danés, ya que mantiene su papel decisivo en la política del país, que ha dominado desde 2001, imponiendo una dura línea en inmigración, con duros ataques a la comunidad musulmana, apenas un 3%, y que ve reforzada con un ligero avance.

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Éxito de Rasmussen

Los liberal-conservadores daneses acabaron en 2001 con un dominio electoral socialdemócrata que venía de los años veinte y lo reconfirmaron holgadamente en los comicios de 2005, con un programa de mano dura con la emigración. Sin necesidad de volver a las urnas hasta 2009, Rasmussen optó hace unas semanas por el órdago y adelantó la consulta a rebufo de la bonanza económica.

Para atraerse al decisivo Khader -quien alcanzó prominencia nacional con su oposición a los islamistas que el año pasado se alzaron contra las caricaturas de Mahoma publicadas en un periódico danés-, los socialdemócratas le ofrecieron un ministerio en su hipotético Gobierno, pero el líder de la Nueva Alianza -partido de nuevo cuño, abierto en lo social y conservador en lo económico- respondió que prefiere apoyar a Rasmussen.

Khader creó la Nueva Alianza en mayo con la ambición de evitar que Rasmussen tuviera que contar con el sostén parlamentario del Partido Popular, que sin estar en el Gobierno se ha convertido en la fuerza tutelar de la política danesa. Además de rebajar impuestos, Khader quiere humanizar la estricta política de inmigración danesa, lo que augura un difícil entendimiento con los populares, cuya líder, Pia Kjaersgaard, se ha mostrado predispuesta a colaborar con Khader.

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