PARTIT DELS SOCIALISTES DE CATALUNYA

El PSC confía en Zapatero para combatir la abstención

Ni la crisis ferroviaria, ni la amenaza de la abstención ni el desgaste que comporta el ejercicio poder. Nada de esto quita el sueño a la dirección del Partit dels Socialistes (PSC) con vistas a las elecciones generales de marzo. En ellas los socialistas catalanes se juegan igualar el resultado de 2004, el mejor de su historia: 21 diputados y el 39,5% de los votos. ¿Cabe tanto optimismo en un momento de tanta incertidumbre por los problemas de las infraestructuras? Sí, a juzgar por lo que repite una y otra vez estos días el viceprimer secretario del partido, Miquel Iceta: "Los ciudadanos saben...

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Ni la crisis ferroviaria, ni la amenaza de la abstención ni el desgaste que comporta el ejercicio poder. Nada de esto quita el sueño a la dirección del Partit dels Socialistes (PSC) con vistas a las elecciones generales de marzo. En ellas los socialistas catalanes se juegan igualar el resultado de 2004, el mejor de su historia: 21 diputados y el 39,5% de los votos. ¿Cabe tanto optimismo en un momento de tanta incertidumbre por los problemas de las infraestructuras? Sí, a juzgar por lo que repite una y otra vez estos días el viceprimer secretario del partido, Miquel Iceta: "Los ciudadanos saben lo que escogen cada vez que van a votar, y en ésta saben que se juegan un Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero u otro con Mariano Rajoy al frente; la elección final será de acuerdo con esto y los catalanes van a responder".

Iceta: "Los catalanes se juegan un Gobierno presidido por Zapatero o Rajoy"
Los socialistas creen estar a tiempo de evitar un castigo por la crisis ferroviaria
El PSC obtuvo en 2004 el mejor resultado de su historia: 21 diputados

Cuentan con la fortaleza del candidato no sólo para ganar al PP en Cataluña, cosa que nunca ha sido difícil para el PSC, sino también para movilizar a un electorado cada vez más abstencionista.

- Bipolarización. Los socialistas la van a potenciar hasta el extremo. O Zapatero o Rajoy. No importa que su principal rival en Cataluña no sea del PP, sino el democristiano Josep Antoni Duran Lleida. En el mensaje del PSC, Convergència i Unió (CiU) volverá a ser una simple muleta: la que necesitará el PP si quiere volver al Gobierno. Para forzar esta bipolarización los socialistas evitarán, en la medida de lo posible, referencias al Gobierno catalán, donde gobiernan junto a Esquerra Republicana e Iniciativa. Todo se centrará en contraponer la imagen del radical Rajoy contra la de un Zapatero cumplidor.

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A sabiendas de que los rivales recordarán machaconamente que las grandes promesas del presidente del Gobierno sólo se han cumplido a medias, el PSC responderá con un mensaje de realismo: Zapatero ha hecho lo que ha podido por Cataluña en un ambiente muy radicalizado por la derecha. Intentarán utilizar en beneficio propio algunos incumplimientos de Zapatero, recordando que el PSC podrá ejercer mayor presión si sale reforzado de las urnas.

- Carme Chacón. La ministra de Vivienda y virtual candidata del PSC es criticada por los sectores más catalanistas del partido, que la consideran demasiada apegada a la figura de Zapatero y poco defensora de las singularidades de los socialistas catalanes. Sin embargo, la dirección del partido confía plenamente en ella por la imagen de renovación que imprime y por su condición de persona de la máxima confianza del presidente. Chacón será, junto al ecosocialista Joan Herrera, la más joven de los candidatos catalanes; es nueva en los carteles electorales, y la primera mujer que el PSC presenta como cabeza de lista a unas generales en Barcelona.

- Cercanías y abstención. Preocupan, y mucho, en la sede de los socialistas catalanes de la calle de Nicaragua. Sin embargo, éstos siguen esperanzados de que los problemas más graves se solucionen en un par de semanas y el calendario aún pueda jugar a su favor. "Todavía faltan cuatro meses para las elecciones; esto en política es mucho tiempo", asegura un dirigente del PSC. La falta de una voz propia y diferenciada del PSOE en Madrid es vista como un mal menor y perfectamente paliable con discursos como el del presidente Montilla el pasado miércoles, en el que alertó de la creciente desafección de los catalanes hacia España.

Nadie en la ejecutiva del partido se atreve a pronosticar los efectos que la crisis puede tener sobre la abstención. Eso sí, ya antes de este episodio, en febrero, el secretario de Organización del partido, José Zaragoza, reconoció que están sufriendo una "crisis de desapego" electoral. Las municipales lo confirmaron en algunas localidades del área metropolitana.

La preocupación cobra fuerza analizando algunos datos. Los socialistas alcanzaron en Cataluña el 39,5% de los votos en 2004. Sin embargo, la crisis ferroviaria ha castigado especialmente municipios grandes y con índices de voto socialista muy superior a la media. Es el caso de L'Hospitalet (52,8%), Viladecans (55%), El Prat de Llobregat (54,1%) o Gavà (51,3%).

- Acumulación de poder. Los catalanes tienen un presidente del Gobierno socialista, un presidente de la Generalitat socialista y el 75% de ellos tienen a un socialista como alcalde. ¿Demasiado poder en unas únicas manos? CiU volverá a plantear esta cuestión para intentar agrietar la estructura de poder socialista, pero al PSC le preocupa poco. Una vez más, los socialistas recurren al argumento de que los ciudadanos saben lo que se juegan en cada elección y que en la de marzo escogerán entre un presidente socialista o uno del PP.

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