Reportaje:

El almuerzo les salvó de morir

Un edificio en construcción se hunde en una pausa de los trabajadores

La hora del almuerzo determinó que ningún obrero estuviese ayer en el interior del edificio de oficinas en construcción en el número 20 de la avenida Fuentemar, en Coslada, cuando súbitamente se vino abajo. "Iba a la oficina algo después de las dos de la tarde cuando vi una nube de humo blanco muy densa que crecía en la zona en obras", cuenta Carlos, que trabaja a menos de 200 metros del amasijo de paneles y vigas que hoy quedan del edificio derrumbado. "No había nadie en la calle. Quince minutos después aquello estaba lleno de bomberos, mirones y coches de policía".

Al lugar del suceso...

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La hora del almuerzo determinó que ningún obrero estuviese ayer en el interior del edificio de oficinas en construcción en el número 20 de la avenida Fuentemar, en Coslada, cuando súbitamente se vino abajo. "Iba a la oficina algo después de las dos de la tarde cuando vi una nube de humo blanco muy densa que crecía en la zona en obras", cuenta Carlos, que trabaja a menos de 200 metros del amasijo de paneles y vigas que hoy quedan del edificio derrumbado. "No había nadie en la calle. Quince minutos después aquello estaba lleno de bomberos, mirones y coches de policía".

Al lugar del suceso se desplazaron seis unidades de la Policía Local, dos ambulancias del Summa 112, una de la Cruz Roja y ocho dotaciones de bomberos.

Algunos empleados de una empresa de transportes situada en la acera de enfrente aseguran que escucharon un fuerte ruido y sintieron temblar las mesas. "Fue un susto enorme, pero no me extraña que se viniera abajo", comenta Lorena, que es telefonista: "Era una chapuza y parecía de papel cartón. Yo creía que eran sólo unas prácticas de maquinaria cuando, en unos días, empezaron a alzar oficinas", añade.

Un error de montaje es la causa probable del desplome parcial del edificio, según asegura el arquitecto de la obra, Luis Berruete. "Aún lo estamos valorando", constató ayer. "Tanto el director técnico de la obra como yo dudamos que se trate de un fallo en el cálculo de estructuras. Es más factible que sea por la secuencia de montaje, ya que se trata de un prefabricado".

Según su relato, los primeros minutos tras conocer la noticia del derrumbe fueron de muchos nervios. "No sabíamos si había alguien en el edificio. Precisamente esta mañana [por ayer] yo tenía visita de obra, y me llamaron mientras comía. Fuimos corriendo, pero sin perder la calma". Berruete asegura que al llegar a la zona dudaron sobre si estaba el gruísta con un grupo de empleados dentro de la finca. "No nos cogían el móvil", recuerda. Tardaron 20 minutos en comprobar que todos estaban a salvo. Según fuentes de la obra, hoy se iniciarán las labores de desescombro.

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