Análisis:Gran Premio de la Comunitat Valenciana

Aspar, 1 - Dennis, 0

Dirigir un equipo con los dos aspirantes al título con prácticamente las mismas opciones no debe de ser fácil, pero no se lo pregunten a Ron Dennis sino a Jorge Martínez Aspar, propietario del Bancaja Master Team. El campeonato lo ha ganado el mejor de sus pilotos, Gabor Talmacsi, que ha jugado con inteligencia la carta de la regularidad, convirtiéndose en el primer húngaro campeón mundial de motociclismo. Talmacsi se ha anotado sólo tres Grandes Premios y ha subido 10 veces al podio, pero ha puntuado en todas las carreras menos una, récord que en la categoría del cuarto de litro sólo alcanzar...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dirigir un equipo con los dos aspirantes al título con prácticamente las mismas opciones no debe de ser fácil, pero no se lo pregunten a Ron Dennis sino a Jorge Martínez Aspar, propietario del Bancaja Master Team. El campeonato lo ha ganado el mejor de sus pilotos, Gabor Talmacsi, que ha jugado con inteligencia la carta de la regularidad, convirtiéndose en el primer húngaro campeón mundial de motociclismo. Talmacsi se ha anotado sólo tres Grandes Premios y ha subido 10 veces al podio, pero ha puntuado en todas las carreras menos una, récord que en la categoría del cuarto de litro sólo alcanzaron Arnaud Vicent (2002) y Álvaro Bautista (2006).

Las previsiones apuntaban en otra dirección -un húngaro que apenas habla inglés en una escudería de valencianos e italianos, con una moto teóricamente inferior a las de sus compañeros-, y además Talmacsi arrastraba fama de conflictivo por la faena que le hizo a Kallio en 2005 cuando ambos corrían para KTM. Pero con la ayuda de su director deportivo, Gino Borsoi, Aspar ha mantenido firmes las riendas. Al fichar a Talmacsi le dejó las cosas claras: sólo tenía dos RSA, adjudicadas a Faubel y Gadea, por lo cual su montura sería una RS. El húngaro aceptó el trato y trabajó sin favoritismos, de modo que su victoria es inobjetable.

Más información

La moto de Talmacsi no era la favorita. Gigi Dall'Igna, responsable técnico del departamento de carreras de Aprilia, debe tirarse de los pelos. El rendimiento de su RSA 125 -desarrollada en Martorelles, sede de Derbi- no ha sido lo bueno que esperaba. Sobre el papel iba a ser mejor a la RS 125. Aparte de chasis, carenado y carter de nuevo diseño, su grupo termodinámico dispone de la admisión por válvula rotativa de Aprilia, pero ubicada más atrás, no delante del cilindro; así, la entrada de aire del airbox pasa por la tija para llegar más directamente a la caja, mejorando tanto la manejabilidad de la moto como su aerodinámica. El motor es más potente, sobre todo en bajos y medios, y su entrega de potencia más progresiva. Otras mejoras afectan al cigüeñal, la caja de cambios, el escape -que va en la parte derecha, como en la Honda y la KTM- y la centralita electrónica. Todo ello forma un conjunto superior al utilizado hasta ahora, pero sólo en teoría. Se dice que a partir de determinada temperatura disminuye su rendimiento, y como se vio en Valencia no supera a la RS tampoco en velocidad punta.

De las tres RSA 125, Faubel ha llevado la suya al 2º puesto, Pasini al 5º y Gadea al 7º. El próximo año pueden ser ocho, pero que el campeón haya alcanzado su título pilotando una RS 125 invita a la reflexión.

Archivado En