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Contrato de interinidad

Dentro de los contratos temporales, el de interinidad es el que menos problemas plantea. El supuesto que determina su utilización es muy específico, lo que hace que difícilmente pueda aplicarse a situaciones distintas de las fijadas, minimizando así su uso fraudulento.

La finalidad de esta modalidad contractual es sustituir a trabajadores que deben dejar temporalmente su puesto de trabajo por una razón concreta, pero que conservan el derecho a reincorporarse al mismo una vez concluya la causa que motivó su ausencia. Evidentemente, la empresa no puede contratar a un trabajador con...

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Dentro de los contratos temporales, el de interinidad es el que menos problemas plantea. El supuesto que determina su utilización es muy específico, lo que hace que difícilmente pueda aplicarse a situaciones distintas de las fijadas, minimizando así su uso fraudulento.

La finalidad de esta modalidad contractual es sustituir a trabajadores que deben dejar temporalmente su puesto de trabajo por una razón concreta, pero que conservan el derecho a reincorporarse al mismo una vez concluya la causa que motivó su ausencia. Evidentemente, la empresa no puede contratar a un trabajador con carácter indefinido para desempeñar ese trabajo, para luego tener que despedirle cuando el titular de la plaza se reincorpore y, lógicamente, tiene necesidad de que ese trabajo se realice.

De ahí que su ámbito más propio son los supuestos de suspensión del contrato: bajas por enfermedad, maternidades... Pero se exige que el trabajador sustituido tenga derecho a la reserva de su plaza. Por tanto, no todas las situaciones de suspensión del contrato permiten la celebración de un contrato de interinidad. No cabe, por ejemplo, para sustituir al trabajador que pide una excedencia voluntaria, puesto que éste tendrá derecho al reingreso, pero no en su puesto de trabajo, sino en otro de su misma categoría que quede vacante. Y por supuesto, en ningún caso, podría acudirse a este contrato para sustituir a trabajadores en huelga.

No obstante, es frecuente que se utilice en otras situaciones que, sin ser estrictamente una "suspensión del contrato", pueden asimilarse a ellas, como ocurre por ejemplo con quienes se van de vacaciones.

Es indispensable para su legalidad identificar a la persona que va a ser sustituida y la causa por la que se le sustituye.

También es posible acudir al contrato de interinidad para cubrir una plaza mientras se está llevando a cabo el proceso de selección para su cobertura definitiva. De ahí su uso habitual por las Administraciones Públicas donde los procesos de selección a veces se alargan interminablemente, lo que va a dar lugar a que se genere un numeroso cuerpo de interinos en la Administración Pública.

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